Una ciudad bombardeada

JUAN ARIAS Nápoles está siendo bombardeado por prensa, radio y televisión para que esta tarde no caiga en la tentación de tifar por su ídolo Maradona y, por tanto, por Argentina, olvidándose de que Dieguito, hoy, es sólo un adversario de Italia. Sobre todo a través de la radio y de la televisión están desfilando, como en una campaña electoral, ilustres personajes de todos los estamentos, desde el político hasta el cultural, pasando por el artístico y el militar.

Han sido convocados los personajes más amados por los napolitanos. Han desfilado en procesión, ante las cámaras de televisión, uno a uno, como si estuvieran haciendo una declaración de voto pública y solemne ante el Parlamento del país. Y lo han hecho no sólo los 11 titulares de la selección italiana, sino los 22 seleccionados. Todos con caras serias, sin dudar un segundo, han declarado que los napolitanos son gente "seria", que ante todo son "italianos" y que por eso "estarán con Italia".

Algunos, sin embargo, sobre todo los jugadores del Nápoles, han querido subrayar que sería normal que una parte de la curva sur esté con Maradona, porque "ha dado mucho a aquella ciudad". A Schillaci, el héroe nacional, el nuevo monstruo del balón, la televisión le dio más tiempo que a los otros por ser ya quien es. El jugador palermitano salido de la nada, a cuyos ojos dedicaba ayer el diario de Milán Corriere della Sera todo un editorial -"grandes, abiertos de par en par, limpios, incrédulos fuera del campo y luciferinos dentro de él"-, les recordó a los napolitanos que no deben olvidar que son "gentes del Sur, como yo", y añadió: "Sé que no nos traicionaréis, porque amáis a Italia como yo."

Los títulos de los periódicos van dirigidos a los napolitanos: Italia te necesita; El estadio será sólo azul; Maradona se acabó, ahora llega Italia: El corazón de Nápoles grita ¡'forza' Italia!; Por una noche, Maradona no será el rey de Nápoles.

Hay quien, como el jugador del Nápoles Nando de Napoli, ha bromeado diciendo: "Sería mejor que el público aplaudiera a Maradona, ya que los pitidos le inflaman".