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Italia 90

Argentina se enfrenta a toda ltalia en Nápoles

Santiago Segurola

El largo duelo de italianos y argentinos desde el Mundial de 1978 se reanuda hoy (ocho de la tarde, TVE-2) en Nápoles, una ciudad misteriosa en las horas previas al gran encuentro. Los dos equipos han utilizado todas las armas propagandísticas para lograr el apoyo de la ciudad sureña. Mientras la diplomacia sigue su curso, las dos selecciones tendrán que medirse en un partido decisivo que tiene a los italianos como favoritos indiscutibles. Argentina acude una vez más con Maradona y la luz de la estrella que ha guiado a la selección de Bilardo desde el inicio del torneo.

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Una ciudad bombardeada

Desde 1978 ambos equipos se han enfrentado en las sucesivas ediciones de la Copa del Mundo. Casi siempre, Italia ha jugado mejor y ha conseguido la victoria. En el recuerdo queda el espléndido juego italiano frente a Argentina en la primera ronda del Mundial 78. Cuatro años después, en Sarriá, el enfrentamiento fue durísimo. Gentile se ocupó de Maradona, entonces estrella emergente del fútbol mundial. "No, señor. El fútbol no es para señoritas", le dijo el correoso italiano al argentino, que perdió los nervios y fue expulsado. El partido del Mundial mexicano fue una anécdota. Los dos equipos necesitaban un empate para pasar a la siguiente ronda, y empataron, como es de ley en dos escuadras con tanto oficio.Esta larga historia de encuentros convierte el partido de esta noche en un choque con multitud de lecturas. Argentina ha jugado muy mal, pero conoce a la perfección el fútbol y el código de sus rivales. Italia tiene el respaldo de la historia de los últimos encuentros y la certeza de la superioridad de sus jugadores. Nadie discute este punto. Italia ha merecido llegar a esta encrucijada. Argentina, no. Sin embargo, este Mundial es muy caprichoso, tanto que de repente los italianos tienen miedo. ¿Hasta dónde llegará la fortuna Argentina y cuándo sacará Maradona alguna de sus artes mágicas? Esa es la pregunta que se hace todo el país.

La guerra soterrada comenzó inmediatamente después de la jornada del sábado. Argentina mereció las críticas habituales e Italia no provocó excesivo entusiasmo ante Irlanda. Maradona habló de la segregación de Nápoles; Schillaci, la mascota sureña de la selección local, fue enviado para contestar al astro. Bilardo dijo que jugaría con tres puntas; Vicini da a entender que Vialli sustituirá a Baggio. Todo es así, y nadie acaba de entender a los protagonistas.

Bilardo vive una de esas vísperas que le hacen un hombre feliz. Siempre ha sido el técnico argentino capaz de manejar los resortes que envuelven los partidos grandes. Lo hizo como jugador en el Estudiantes de La Plata y lo ha hecho como entrenador. Quizá sea ésta su mejor cualidad, por encima de sus dotes estratégicas. Bilardo anuncia ataque, y probablemente hará lo contrario. Saca a Maradona a la palestra política y observa las reacciones. Todo le vale. El equipo no es bueno y necesita presión sobre los adversarios.

Cierto miedo

Italia se encuentra ahora con estos problemas externos. En condiciones normales, los italianos sólo pensarían en el partido y en la seguridad de su victoria sobre una escuadra bastante más débil. Por ahora, el equipo se ha visto abocado a hacer una campaña propagandística en Nápoles y a apagar todos los fuegos que provoca el astuto Bilardo.

El retorno de Vialli es muy probable, aunque siempre es duro en Italia sustituir a Baggio. El técnico nunca ha sido un partidario acérrimo del pequeño príncipe florentino. Las circunstancias le han obligado a colocarle como titular. La excusa del partido ante Irlanda le permite introducir a Vialli. Ancelotti parece que también volverá como titular. Retornaría así el primer equipo de Italia en este Mundial, con la notabilísima excepción de Schillaci, que ha mandado a Carnavale de vacaciones. Lo más probable es que Vicini ordene a De Napoli la persecución de Maradona. Será atractivo observar el duelo entre estos dos compañeros del Nápoles.

El partido revelará el grado de sinceridad de Bilardo, que ha manifestado su intención de colocar a Dezotti en la delantera. Sería una oferta agradable. Al menos, habría dos delanteros y Maradona. Sin embargo, la vena calculadora de Bilardo no le suele permitir estas alegrías ofensivas. Sí parece seguro que Olarticoechea, un jugador muy férreo, sea el marcador de Schillaci.

Alineaciones probables:

Italia: Zenga; Bergomi, Baresi, Ferri, Maldini; De Napoli, Donadoni, Ancelotti, Giannini; Vialli y Schillaci.

Argentina: Goicoechea; Serrizuela, Simón, Ruggeri; Basualdo, Burruchaga, Troglio, Giusti, Olarticoechea; Caniggia y Maradona.

Árbitro: Michel Vautrot, de Francia.

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