Querido profesor de selectividad

Escoger esta sección del periódico para dirigirme al anónimo y temido profesor de selectividad tiene su truco. Por una parte, consigo hacerle llegar todo lo que ocurre en masa en los alumnos de COU que se presentarán a la convocatoria de junio y, por otra, intento que al menos por una vez en la vida algo mío aparezca publicado.E,,i estos momentos hemos dejado de dormir bien por las noches. nos apresuramos a tomar apuntes de los últimos temas que durante el curso no dio tiempo a dar. Casi no salimos, planificando los días para aprovechar al máximo las dos últimas semanas antes del fusilamiento cuyo juez es usted. ¿Viviremos para contarlo?

A lo largo del curso lectivo hemos ido estudiando más o menos, según las posibilidades y los ánimos de cada uno. Cuando el 30 de mayo salieron las notas, una gran mayoría había aprobado, la mitad llegaba o pasaba del 6,5 y un mínimo de dos personas por clase consiguió muy buena nota, Las primeras alegrías dejaron paso a la incertidumbre y más tarde al nerviosismo. Todo el curso se juega en dos días, contra un contrincante que lleva ventaja, un rival que decidirá mi madurez para entrar en la facultad de periodismo, al que todo el curso le importa bien poco y que puede echar por tierra tan ricamente.

No me conoce, no me ha evaluado, ni siquiera me ha visto por los pasillos del instituto. No sabe si he rendido, si me merezco el paraiso. Pero va a decidir mi futuro, teniendo para ello un examen cargado de nervios, temores, histerias y confusiones. ¿Cómo lo hará? ¡Porque es digno de alabanza y admiración! Cada profesor debe corregir un examen cada tres minutos... ¿Agilidad mental? ¿Poderes sobrenaturales?

Aún me queda la esperanza de que esta carta se publique, quiza así consiga ser periodista por un día. No confío demasiado en la selectividad, mi nota media de 6,9 se irá por la cloaca... sin más. Publicar mi carta me concede la victoria de la batalla, pero no de la guerra. Espero que usted, querido profesor, sea imparcial, que corrija el examen y que no me lo deje en el habitual 4 que suele poner si me merezco un 6.- Celia Blanco Rodríguez.