Arafat se esforzo en vano en ser recibido en la cumbre europea de Dublín

IGNACIO CEMBRERO El líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, pidió ser recibido por los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la cumbre europea de Dublín el 25 y 26 de este mes, una semana después de que Estados Unidos suspendiese el diálogo con la OLP porque no había condenado el fallido ataque de un comando cerca de Tel Aviv. Arafat obtuvo una respuesta negativa.

El día 22, colaboradores de Abu Amar, como llaman a Arafat sus partidarios, se pusieron en contacto con la Embajada de Italia en Túnez -Irlanda, que preside la CE, carece de representación diplomática, en el país magrebí- para solicitar que su jefe fuera recibido por el Consejo Europeo. Dieron a entender que, a cambio, reiteraría su condena del terrorismo y se disociaría de Abul Abas, cuyos seguidores protagonizaron el frustrado atentado del 30 de mayo en el que fallecieron cuatro guerrilleros y fueron capturados otros 12, y confirmaría su compromiso con la búsqueda de una solue ón negociada al conflicto.Italia transmitiíó la petición a la presidencia irlandesa que, a su vez, consultó el fin de semana a sus socios, aunque dejando claro que no era favorable a acoger a Arafat. Todos compartieron esta postura porque temían que recibirle fuese interpretado como una bofetada a EE UU, o para evitar sentar un precedente. Con la única excepción del primer ministro de la RDA, Lothar de Maizlere, que sí estuvo en Dublín, ninguna cumbre europea invitó a una personalidad.

Con su presencia en la capital irlandesa, el líder de la OLP pretendía apuntarse un tanto cuando su estratégia dialogante sufría importantes reveses, entre los que destacaba la suspensión de las conversaciones decidida por Washington, y que su posición en el seno de su grupo era cada vez más delicada frente a radicales de izquierdas e integristas islámicos que preconizan reanudar la lucha armada.

Algunos Estados miembros, como España, señalaron, sin embargo, en Dublín, que es necesario hacer un gesto que avale a Arafat.

Es probable que próximamente se celebre una reunión de la troika comunitaria -los ministros de Exteriores de Italia, Irlanda y Luxemburgo- con el líder palestino. El primer encuentro de esta índole se produjo en Madrid, durante la presidencia española.

Aunque, después de la constitución del Gobierno de halcones en Israel, más de un ministro comunitario comenta en privado que el presidente surafricano, Frederik De Klerk, está demostrando ser más demócrata que el primer ministro israelí, Isaac Shamir, ningún Estado miembro se atreve aún a sugerir la imposición de sanciones a Israel.