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El ahorro de las familias españolas se ha reducido a la mitad en el último año, según el Banco de España

Las familias españolas ahorraron el año pasado aproximadamente la mitad del año anterior, mientras aumentaba su endeudamiento, según los datos dados a conocer ayer por el Banco de España. El ahorro neto familiar supuso en 1989 el 0,8% del producto interior bruto, cuando en 1984 era del 7,5%, mientras el crédito suponía en 1989 el 54% del PIB frente al 45% de cinco años antes. Las empresas, mientras tanto, han multiplicado por cinco sus necesidades de endeudamiento en el último año. Con todo ello, el ahorro neto de la economía española emprendió una caída en picado en 1986 hasta quedar en una tasa negativa -del 2,1% del PIB- el año pasado, lo que exigió recurrir a la financiación exterior.

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El gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, se mostró ayer muy preocupado por la fuerte caída del ahorro durante la presentación de las cuentas financieras de la economía española de 1980 a 1989, que ha elaborado el banco emisor. Rubio -flanqueado por el subgobernador del banco, Luis Ángel Rojo, y el director general del servicio de estudios, José Pérez- aseguró que "el aumento de la oferta de crédito de los bancos ha colaborado a la disminución del ahorro de las familias", y descartó de nuevo la posibilidad de flexibilizar las medidas de restricción de crédito implantadas hace un año.El ahorro financiero neto de las familias fue el año pasado de un 0,8% del PIB -la mitad que el año anterior- y un 90% más bajo que en 1984, cuando alcanzó su máximo al llegar al 7,5% del PIB.

El ahorro familiar fue el año pasado claramente insuficiente para cubrir las necesidades de financiación de las empresas, que se acercaron al 3% del PIB en 1989, lo que supone cinco veces más que el año anterior. Como consecuencia, el sector privado tuvo que acudir a una financiación exterior equivalente al 2,1% del producto interior bruto.

La caída del ahorro de las familias coincide con un aumento de su endeudamiento, que el año pasado supuso el 9,8% del producto interior bruto. Ello demuestra, según destacó ayer Mariano Rubio, que "la situación financiera de las familias españolas era extraordinariamente saneada hace cinco años, y se ha ido deteriorando por las mejores expectativas actuales tanto de renta como de empleo", que han generado un mayor consumo. De esta forma, el ahorro bruto familiar ha pasado de ser el 12,4% del PIB en 1984 al 6,3% en 1989, mientras el endeudamiento aumenta desde el 4,4% del PIB al 9,8% en el mismo periodo.

Desaceleración

Uno de los objetivos de las medidas de restricción del crédito adoptadas en julio del año pasado era anular esta tendencia de crecimiento del endeudamiento y del consumo, que provocan tensiones en la inflación y en el sector exterior. Un año después, según Mariano Rubio, "se ha producido un cierto enfriamiento, pero tenemos dudas sobre su intensidad". A juicio del gobernador del Banco de España, este enfriamiento "es más lento de lo que sería deseable", por lo que queda descartada cualquier posibilidad de levantar las restricciones al crédito a corto plazo.Los datos del año pasado, al no diferenciar entre primer y segundo semestre, no reflejan claramente el efecto de esas medidas. Con todo, según las estimaciones del Banco de España, la limitación del crédito ha afectado más a las familias que a las empresas.

La reducción de los créditos a las familias se ha notado más en los destinados a la compra de bienes de consumo duradero, mientras se han reducido menos los créditos que se dirigen a la compra de viviendas, aunque frenaron su ritmo de expansión el año pasado, al absorber el 5,5% del PIB frente al 5,6% en 1988, cuando alcanzaron su punto máximo.

La caída del ahorro de las familias ha estado acompañada, en el último año, de una disminución de la cartera de activos financieros que éstas mantienen. Esta decisión es una reacción lógica a las medidas de restricción del crédito. Las familias, al ver limitadas sus posibilidades de endeudamiento, redujeron su cartera de activos financieros para poder seguir consumiendo. Pero, a pesar de las restricciones, los créditos concedidos a las familias absorbieron el año pasado el 54,1 % del PlB, frente al 44% de 1985. En los últimos cinco ejercicios, los créditos a las familias han aumentado casi un 25%.

El endeudamiento de las empresas, mientras tanto, no se ha cubierto tanto por la vía de créditos bancarios como por la emisión de títulos dirigidos directamente al público. Esta estrategia es una muestra de la creciente desintermediación en el sistema financiero español, según aseguró ayer Luis Ángel Rojo.

Por último, los datos del informe del banco emisor muestran también claramente el efecto de la crisis bursátil de octubre de 1987. La cartera de títulos de renta variable que mantenían las familias ese año era del 14,3% del producto interior bruto, más del doble que cinco años antes. El año pasado, en cambio, esa cartera equivalía al 11,7% del PIB.

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