La intervención a un feto en un hospital de Madrid abre una vía mundial para el diagnóstico cardiaco

El diagnóstico y corrección intrafetal de una taquicardia, efectuados sin precedentes en el mundo por un equipo médico del hospital Doce de Octubre, abre una línea de investigación mundial para conocer el desarrollo funcional y morfológico de la víscera cardiaca embrionaria. Una vez que se ha logrado introducir un catéter en el corazón de un feto, procedimiento habitual en adultos, es posible utilizarlo también para inyectar medicamentos, sustancias de contraste útiles en diagnóstico o para curar problemas valvulares, según Federico Larraya, uno de los especialistas del equipo.

"Hasta ahora, comprender la fisiopatología fetal era una entelequia. Lo hacíamos siempre a posteriori, a través de las autopsias", reconoce Pedro de la Fuente, catedrático de Ginecología y encargado de dirigir al equipo científico del Doce de Octubre que efectuó la intervención intrafetal el pasado 22 de junio.De la Fuente hizo llegar el electrocatéter desde la pared abdominal de la gestante hasta el corazón del feto de 26 semanas, atravesando las finísimas paredes de su aurícula. Hubo que recurrir a varios laboratorios hasta encontrar en un almacén de Barcelona el material de tan pocos milímetros que requería la intervención. José Ignacio Olaizola, jefe del servicio de fisiopatología fetal, controlaba la maniobra mediante ecografía.

Una vez localizado el electrocatéter, Jesús Paylos, jefe de la unidad de arritmias, supervisó el registro cardiaco del feto el primero que se realiza en el mundo, y que permitió diagnosticar un circuito anómalo en la conducción de los impulsos nerviosos de la bomba cardiaca.

Este defecto embrionario, denominado taquicardia incesante, sometía al feto a un ritmo cardiaco de 300 latidos por minuto, incompatible con la vida. Su incidencia, es muy baja. Sólo afecta a uno de cada mil embriones, pero en todos los casos, hasta ahora era mortal. Pocos minutos después de que el mismo electrodo anulara la vía de impulsos anormales, el pequeño corazón empezó a latir a 140 pulsaciones por minuto.

Peluquera y primeriza

Mari Ángeles, una madrileña primeriza de 27 años que trabaja como peluquera, conoció el problema taquicárdico de su bebé -ayer ya sabía que era hembra- tras someterse a una ecografía habitual en un centro de salud. Lo primero fue intentar distintos tratamientos farmacológicos que se mostraron totalmente ineficaces.La certeza de que el feto moriría en pocas semanas a causa de la insuficiencia cardiaca provocada por la taquicardia, decidió finalmente a los especialistas Intentar la intervención. 72 horas después, el feto y la madre se encontraban en perfecto estado. La gestante permanece ingresada en la unidad maternal hasta que el feto elimine la acumulación de líquido provocada por su insuficiencia cardiaca. Los especialistas auguran para dentro de 14 semanas un parto normal.

Taquicardia incesante

En la intervención participaron también los doctores Germán Merino y Federico Larraya. "Es obra de un equipo multidisciplinar", insiste Pedro de la Fuente. Todos coinciden en que los hospitales públicos son los mejor dotados para este tipo de operaciones, aunque el doctor Paylos se quejara ayer de la falta de medios que le impide desde hace dos años intervenir a un niño aquejado igualmente de taquicardia incesante.El equipo del Doce de Octubre Inicia ahora una línea de investigación que abre nuevas vías a los fabricantes de instrumental quirúrgico, ya que no existe actualmente material específico para tejidos fetales.

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