La dirección del PSOE utilizará el triunfo andaluz para acallar las críticas internas
El resultado de las elecciones en Andalucía será utilizado por la dirección del PSOE para vender de manera óptima su gestión ante el 32º congreso y acallar todo brote de crítica interna, según altos cargos del partido. Alfonso Guerra es el beneficiario al estar considerado por la dirección como el triunfador moral de las elecciones, lo que le permite revalidar su poder frente a las escasas y cualificadas voces que piden soterradamente su retirada del Gobierno. También se diluye la posibilidad de que Felipe González haga una próxima crisis de su Gabinete.
[Felipe González manifestó ayer durante la recepción ofrecida por el rey Juan Carlos en Madrid con motivo de su onomástica que "este es un buen momento para el partido socialista y vamos a empezar a recuperar votos". El presidente añadió que le producía tristeza algunas de las reacciones de distintos dirigentes políticos, que contenían, a su juicio, diversas connotaciones "fascistoides; pero, afortunadamente, la democracia pone a cada uno en su sitio". González criticó las declaraciones del dirigente de Izquierda Unida, Julio Anguita, quien dijo que los andaluces se arrepentirían de lo que habían votado, informa Europa Press.]Miembros de la comisión ejecutiva federal del PSOE no podían ocultar ayer su satisfacción ante el triunfo electoral que en un partido tan jerarquizado como ése se atribuye por igual a la organización andaluza, a la dirección federal y, en primera instancia, a Alfonso Guerra. [El presidente del Gobierno, Felipe González, en unas declaraciones que ayer publicó La Vanguardia señala que si Alfonso Guerra se separara de él "no pasaría nada". A continuación, el presidente matizó: "Tenemos una relación extraordinaria y mi impresión es que la vamos a seguir teniendo"].
La reacción de estos dirigentes ha sido un tanto altiva frente a los adversarios políticos y a los medios de comunicación, así como a los críticos de su propio partido y del Gobierno. En los últimos meses las relaciones entre la cúpula del partido y algunos miembros del Gobierno dista mucho de ser políticamente cordial. A ello hay que unir el malestar que ha producido el caso Juan Guerra en un sector del Gobierno y del partido que hubieran considerado prudente la salida de Guerra del Gobierno. Todos los complejos parecen haberse desvanecido tras el contundente triunfo electoral. Un destacado miembro de la ejecutiva expresaba a este periódico la siguiente reflexión: "Este resultado nos permite presentarnos al congreso con una buena gestión después de seis meses de no levantar cabeza; un mal resultado hubiera llevado a que a la actual ejecutiva nos cortaran la cabeza".
Los miembros de la ejecutiva presentes en Andalucía, que hoy se reunirá en Madrid presidida por Felipe González, manifestaban su certeza de que no habrá cambios de Gobierno en un plazo breve.
Desproporción del PP
Por su parte, el Partido Popular sigue sufriendo una espectacular desproporción entre el apoyo con que cuenta en las zonas urbanas y en las localidades rurales de Andalucía, a la vista de los resultados que ha obtenido en los comicios del pasado sábado, informa Juan G. Ibáñez. Unas elecciones en las que, por otra parte, los dirigentes populares temían anomalías que permitieran por unos cientos de votos que el PSOE lograse diputados en detrimento suyo, o de otras fuerzas.
Según los primeros análisis realizados por los técnicos del PP, este partido se ha acercado al 30% de los votos emitidos en las ciudades de más de 50.000 habitantes, mientras que en las localidades rurales se ha quedado en torno al 15% de los votos. Esta desproporción constata de nuevo la escasa implantación del partido, uno de sus principales problemas en esta región, y que la cúpula del PP reconoce que es imprescindible resolver para poder presentar candidatos munícipales en el 90% de los ayuntamientos en los comicios locales de 1991.
Desde la perspectiva de los dirigentes del PP, la campaña andaluza ha contribuido tanto a promocionar la imagen de Aznar como a extender la implantación territorial, que todavía deberá ampliarse para intentar lograr el objetivo de convertir las elecciones municipales de dentro de un año en un "asalto al poder".
También hoy se reúne en Madrid el comité nacional del CDS en un ambiente de desmoralización que su presidente, Adolfo Suárez, sigue empeñado en desterrar. Los centristas han perdido en Andalucía el 70% de sus votos respecto a las anteriores autonómicas, siendo el PA el principal beneficiario del voto centrista.
En el PCE también se presentan tiempos difíciles después de que en el lugar donde nació y triunfo la experiencia de IU, se han perdido ocho escaños. Anguita tendrá ahora que escuchar las opiniones de quienes encuentran incorrecta la estrategia de enfrentamiento total al PSOE.
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