Francia perdona a los países africanos una pequeña parte de su deuda

François Mitterrand no se limita a predicar las virtudes de la democracia a los países africanos. El presidente francés cree que no hay democracia posible sin un cierto nivel de desarrollo, y está convencido de que éste pasa hoy por la solución del problema de la deuda. De acuerdo con esa filosofía, Mitterrand aprovechó su reunión en La Baule con representantes de 33 países africanos para anunciar que Francia renuncia a cobrar una parte del dinero que le deben. El gesto de Mitterrand costará a Francia unos unos 6.000 millones de pesetas.Francia transformará en puros y simples regalos toda su ayuda pública a los países más pobres del continente. Los países de renta intermedia (Congo, Camerún, Costa de Marfil y Gabón) se beneficiarán de la bajada al 5% de los tipos de interés de los préstamos públicos galos.

Francia, dice el Elíseo, ha hecho lo que podía. Una mayor generosidad sólo es posible con una estrategia global de los siete países más industrializados del mundo (G-7). Mitterrand ha prometido a los africanos que en la reunión de julio en Houston del G-7 luchará para que los otros grandes se sumen a su política de ayuda al desarrollo aliviando la deuda.

La cumbre franco-africana de La Baule, clausurada ayer, ha servido también para que Mitterrand anuncie su paristroika africana. Francia condicionará su ayuda a los países africanos a la evolución en el camino hacia la democracia. El ritmo de la apertura depende de cada país, pero el nuevo mensaje francés no es por ello menos claro: los regímenes africanos deben pensar en aplicar los derechos humanos, legalizar los partidos políticos y celebrar elecciones libres.