La junta de accionistas de Macosa decide hoy si se piden responsabilidades al antiguo presidente Eduardo Santos
La junta de accionistas de Macosa será hoy el escenario de la batalla que desde hace días libran los antiguos gestores, nucleados en torno a su ex presidente Eduardo Santos, y el nuevo dueño, Cofir. El fondo de la polémica es esclarecer la utilización de 1.500 millones de pesetas procedentes de un crédito del Banco Central a Macosa por el equipo de Eduardo Santos y la aprobación de una ampliación de capital de 7.000 millones de pesetas. La asamblea decidirá si se presenta una acción de responsabilidad contra Eduardo Santos.
M. Á. NOCEDA / J. A. NAVAS La junta, que se celebrará en un hotel Príncipe de Vergara de la cadena NH Hoteles en Madrid, se presenta muy polémica. A lo largo de este último mes y sobre todo en esta semana, el entorno que rodea la empresa ha vivido una serie de acontecimientos que han caldeado el ambiente y ha obligado a nuevos y antiguos responsables a preparar su artillería ante la junta. Se espera, por un lado, que intervenga el portavoz de Asociación para la Defensa del Accionista (ADA), Enric Casany, quien, según aseguró el pasado miércoles en la sede de Cofir, pedirá responsabilidades a Eduardo Santos y otros directivos por su anterior gestión en la empresa.
Éstos, por su parte, han encargado a los abogados Joan Piqué y Juan Vives, que han tenido destacadas intervenciones en juntas polémicas, que preparen el contraataque. Piqué, defensor del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en el caso Banca Catalana, no descarta que impugne la junta, según fuentes cercanas a los directivos salientes.
Impugnación
El objetivo de esta impugnación sería evitar que se pueda llevar a cabo la prevista ampliación de capital que, por valor de 7.000 millones de pesetas, piensa proponer la actual dirección a la asamblea. La mayor parte de este importe está destinado a cubrir un crédito de 5.000 millones concedido por el Banco Zaragozano para pagar el 24,9% de Financiera Sotogrande adquirido por Macosa en tiempos de Eduardo Santos.
La impugnación retardaría esa ampliación y dejaría a Macosa contra las cuerdas, aunque no hay que olvidar que el Zaragozano es uno de los accionistas principales de Cofir y que su presidente, José Ramón Álvarez Rendueles, lo es también de esta sociedad inversora. Fuentes de este grupo han manifestado que habría que ver si la impugnación prosperaría y que, en todo caso, ellos también tomarían medidas.
A pesar de ello, Cofir, en la que participa el empresario italiano Carlo de Bennedetti, los Albertos y el BBV, no puede evitar su nerviosismo, ya que retrasa su intención de convertir Macosa en una gran entidad inmobiliaria. Para ello cuenta, como principal bagaje, con las sociedades Financiera Sotogrande y Puerto Sotogrande, que tienen activos en la provincia de Cádiz e intereses en Portugal.
Al mismo tiempo, han surgido veladas acusaciones en las que sale implicada la anterior dirección de Macosa y personas cercanas a Eduardo Santos, un hombre que tiene muy buenas relaciones en la órbita política socialista y en algunos sectores bancarios, principalmente el Central y el Santander. Estas acusaciones, que fuentes de Cofir no han confirmado, se refieren a algunas facturas de viajes y de tarjetas de crédito. Las facturas de viaje, reclamadas por una agencia de viajes a Macosa, se refieren, principalmente, a billetes a Nueva York por valor cercano a dos millones de pesetas.
Por otra parte, sobre los gastos correspondientes a tarjetas de crédito, Eduardo Santos, que estos días se ha recluido en París con la empresa Alsthom de la que es el hombre de confianza en España, se ha encargado de anunciar que cuenta con cartas en las que asegura que ha pagado todos los gastos personales. Los del último trimestre fueron de 3,75 millones, que ha pagado a través de una de sus empresas.
La polémica en torno a Macosa surgió a raíz de la aparición de una deuda de 1.500 millones de pesetas en la auditoría sobre la cuentas de la empresa. La auditoría se efectuó para verificar los estados contables tras la compra de un 24,9% de la sociedad por Cofir. Los 1.500 millones corresponden a una partida de intereses no cobrados por el Banco Central a Macosa y que se ha interpretado como un premio al saneamiento conseguido en esta empresa por el equipo de Eduardo Santos.
El propio Santos recibió, por carta, el reconocimiento del banco, que le subrogó, "como presidente ejecutivo", los derecho sobre los intereses devengados y no cobrados. El Central, gracias a la gestión de Santos, recuperó los 12.000 millones del principal y agradeció su labor. Posterior mente, Santos transfirió esos derechos a su equipo de confianza (Nicolás Garrido, Ignacio García Nieto y Federico Albiñana), que se lo exigió a Macosa.
Ante esta situación, Cofir se dirigió al Central para conocer quién tenía la titularidad de esos intereses y quién los podía exigir. La respuesta del Central, que a juicio de Cofir aclara pocas cosas, reconocía que no había cobrado los intereses, aunque tampoco los había condonado.
En esas circunstancias, las dos partes acordaron que sus equipos jurídicos analizaran la situación y establecieran un acuerdo que querían cerrar antes de la junta de hoy.
No obstante, Cofir se propuso como fecha tope el próximo día 26, fecha en la que vence el plazo que el equipo directivo de Eduardo Santos se fijó para ejercer la opción de compra del 50% de la empresa Diagonal Mar, constituida sobre los 200.000 metros cuadrados de la antigua fábrica de Macosa en Barcelona. Precisamente, tiene previsto destinar los 1.500 millones a comprar parte de los mencionados terrenos El resto lo tomaría la sociedad Kepro, que ya cuenta con el 50%.
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