El gal Roussey acusa al Gobierno francés de estar detrás del grupo terrorista
Roger Roussey, uno de los cuatro miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) que desde el lunes están siendo juzgados en el Palacio de Justicia de Pan (Francia), acusó ayer al Gobierno francés de estar detrás de este grupo terrorista. Georges Mendaille, Implicado y detenido en España, está siendo el gran ausente del proceso.
Este presunto miembro del GAL fue el que, según manifestó ayer Roussey, reclutó al resto bajo la afirmación de que trabajaban "oficiosamente" para el Gobierno francés asociado con los servicios secretos españoles en la lucha contra el terrorismo de ETA. Añadió a preguntas del presidente de la sala, Robert Cordas, que Francia no actuaba directamente contra los activistas de ETA por temor a que esta organización "realizase atentados en el País vasco francés".Georges Mendaille, aseguró Roussey, le entregó 80.000 francos (1.600.000 pesetas) como pago para recabar información sobre los movimientos y las direcciones de cuatro presuntos miembros de ETA; Roussey tenía que encargarse de reclutar a un grupo de personas que realizase este trabajo. Previo a la entrega del dinero Mendaille explicó a éstos la situación que vivía el País vasco-francés, refiriéndose al terrorismo de ETA cuyos miembros se refugiaban en Francia después de cometer acciones terroristas, dificultando la tarea de la policía española. Todas las investigaciones que realizase el grupo contratado por Mendaille gozaba, según se desprende del testimonio de Roussey, de la protección del Gobierno francés.
Acusaciones
La Justicia francesa acusa a Michel Morganti, Alain Lambert, Alain Domenge, Roger Roussey y Georges Mendaille de dos intentos de asesinato, asociación de malhechores, tenencia ilícita de armas, munición y explosivos, robo de vehículo y falsificación de documentos. Se les inculpa de haber llevado a cabo los atentados contra José Arraztoa y Fernando Eguileor.El dinero, entregado por Mendaille quien será juzgado en otra ocasión al estar encarcelado en España y pendiente de la decisión que adopte el Gobierno de este país sobre su extradición, fue repartido en tres partes; 40.000 francos para Alain Lambert, 30.000 para Michel Morganti y 10.000 para Roger Roussey.
Si el gran ausente del juicio está siendo el organizador del grupo, Georges Mendaille, el protagonismo de la jornada de ayer lo tuvo Alain Lambert. Sus crisis de espasmofilia tuvieron en vilo a los siete magistrados, al representante del ministerio fiscal y a los cuatro abogados defensores. La sesión de la mañana se inició dos horas más tarde de lo previsto, debido al mal estado en que éste se encontraba y la de la tarde tuvo que ser suspendida en tanto Roussey era examinado por un especialista. Esta segunda crisis se inició cuando Roussey hacía referencia al atentado contra Fernando Eguileor. El acusado tuvo que ser tumbado en el banquillo mientras el presidente continuaba con el interrogatorio a otro de los procesados.
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