Un industrial japonés, condenado a cuatro años de prisión menor por delito fiscal
Un industrial de nacionalidad japonesa, Makoto Tanaka, se ha convertido en el noveno condenado por delito fiscal en España desde el año 1985. El juzgado de lo penal le considera culpable de dos delitos fiscales y otros dos contra la Hacienda pública, por lo que ha sido condenado a un año de prisión menor, más multa de 60 millones de pesetas con 60 días de arresto sustitutorio, por cada uno de los delitos.
El Juzgado de lo Penal número dos de Madrid considera probado que el ciudadano de pasaporte japonés Makoto Tanaka, en su condición de administrador de la sociedad mercantil Timyr SA, presentó la declaración del impuesto de sociedades correspondiente a los ejercicios 1982, 1983, 1984 y 1985 "faltando intencionadamente a la verdad con ánimo de obtener un ilícito beneficio económico". El resultado fue que dejó de ingresar a Hacienda una cantidad cercana a los 170 millones de pesetas.La sentencia pasa a detallar las gestiones de la inspección tributaria porque "ponen de relieve las maquinaciones urdidas por el hoy acusado señor Tanaka para eludir el cumplimiento de sus obligaciones fiscales". Timyr SA, una empresa dedicada a la venta de artículos de regalo, artesanía, etcétera, para turistas extranjeros, falseó sistemáticamente tanto sus ingresos como sus gastos.
Tras una minuciosa investigación por parte de la inspección fiscal, "se desvela con apabullante claridad un ánimo de engaño mendaz y artificioso en la conducta tributaria del acusado". La sentencia añade que su actitud es reveladora de una conducta dolosa al llevar a cabo "una sistemática ocultacion del hecho imponible, haciendo figurar en la declaracion del impuesto una cantidad de ingresos muy inferior a la real".
Si todo ello "no fuese suficientemente esclarecedor, el señor Tanaka con un filibusterismo propio de un mercader fenicio se encarga de proporcionarnos una clarividencia aún mayor: no sólo nos dice que gana menos, sino que gasta más de lo que en realidad lo hace".
En todas las declaraciones del impuesto de sociedades, se reproducen estas prácticas. Pero "cuando alertado por los indicios de la actividad inspectora el señor Tanaka toma conciencia de lo desorbitado de sus injustificados gastos adopta una solución verdaderamente drakoniana: los suprime sin dejar rastro y repentinamente toda esa cohorte vampiresca de guías, chóferes y agencias turísticas que solícitos le exigian dinero negro en expresión literal del acusado, desparecen sin dejar huella".
El resultado es que el Juzgado de lo Penal considera al industrial japonés cualpable de dos delitos fiscales y otros dos contra la Hacienda pública por lo que le condena a cuatro años de prisión menor, 60 millones de multa con 60 días de arresto sustitutorio en caso de impago por cada uno de los delitos.
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