Sí, señor ministro
Milla respondió con dos goles a la confianza del responsable de Deportes de Camerún
Roger Milla ha hecho un excelente servicio a su patria desde el prisma del ministro de Deportes de Camerún, Joseph Joffe, que ordeno la inclusión del delantero en el equipo para "salvaguardar los intereses de la nación". A sus 38 años, semirretirado en la isla Reunión Milla regresó triunfal a la selección. Ante Rumania jugó el último cuarto de partido y marcó los dos goles que han clasificado por ve primera a un equipo africano para la segunda ronda del Mundial.
Durante dos décadas, Milla ha sido uno de los futbolistas más representativos de Africa y del fútbol francés. Nacido el 25 de mayo de 1952 en la capital de Camerún, Yaundé, su carrera ha discurrido mayoritariamente entre el Bastia y el Saint Etienne. Jugador elástico, no demasiado alto -1,75-, ágil y veloz, Milla ha ejercido una influencia decisiva en la masiva llegada de futbolistas africanos a Francia.Sus éxitos como jugador han sido constantes, sobre todo en el Bastia, actuando al lado del centrocampista Larios, en el inicio de los ochenta. El reconocimiento de su calidad llegó en 1976, al ser elegido mejor jugador de Africa. Seis años después fue uno de los protagonistas del inolvidable torneo de Camerún en el Mundial de España.
Su llegada a Francia se produjo ya con 26 años. El Valenciennes fue su primer equipo. Posteriormente ha jugado en el Bastia, Saint Etienne y Montpellier. En 1988, la directiva del Montpellier le dio la baja. Ningún equipo se interesó por sus servicios. Convertido en una leyenda en Camerún regresé a su país natal, donde le esperaba un puesto político.
Sin embargo, Milla consideraba que estaba en condiciones de seguir en activo: "A mi edad estoy sano. No bebo, no fumo y no hago ningún exceso". Un tanto frustrado por el desinterés de los equipos franceses, Milla se refugió en la pequeña isla de Reunión, en el océano indico. Allí ha jugado en el Saint Tierroise, en una competición de medio pelo.
Su nombre pertenecía al pasado hasta que el ministro de Deportes, Joseph Joffe, decidió apelar al carisma de Milla para proteger los altos intereses de la nación. El técnico soviético Valeri Nepomniachi tragó y tuvo que guardar un puesto al viejo león. Milla no ha dejado mal a nadie.
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