Los taxistas colapsaron Madrid para protestar por la muerte de un compañero
Más de 300 taxis recorrieron ayer las principales calles de la ciudad a marcha lenta y haciendo sonar los cláxones para protestar por la muerte de un compañero, ocurrida el martes en circunstancias aún no aclaradas. La movilización se inició durante la madrugada de forma improvisada y continuó el resto del día, lo que provocó atascos en la Castellana y Chamberí. Durante cuatro horas, los taxistas cortaron la calle de Santa Engracia para crear en asamblea una plataforma, al margen de sindicatos y organizaciones gremiales, que defienda sus intereses.
Comenzaron de madrugada. En sus habituales puntos de reunión nocturna, donde los taxistas comparten bocadillo y tertulia, comentaron el fallecimiento de un compañero, Félix García Marijuán, de 61años, casado y con dos hijos, cuyo cadáver había aparecido junto a la carretera de Andalucía mientras su coche, un Talbot Horizon, se encontraba a 500 metros, abandonado y sin llaves. Se comunicaron por radio, se lo contaron y, pasadas las dos de la madrugada, cerca de 200 taxis subían por la calle de Alcalá con la luz verde encendida y el claxon en funcionamiento.Varias horas después, sobre las cuatro de la tarde, unos 300 taxistas reunidos en asamblea aprobaban el nacimiento de una plataforma que, al margen de sus sindicatos y organizaciones gremiales, luchará por sus reivindicaciones: primera, más seguridad; segunda, revisión de precios y de las áreas tarifarias; tercera, "que son muchos años pidiendo las mismas cosas sin que nadie nos escuche", explicó un taxista.
La plataforma pondrá hoy a prueba su capacidad de movilización. Ha convocado a los taxistas a una jornada de protesta que comenzará con una concentración a las nueve de la mañana en la plaza de Castilla y que seguirá con una marcha lenta hasta la plaza de la Villa para entregar al alcalde sus reivindicaciones.
Todo ello se decidía en una asamblea, mientras sus 300 taxis bloqueaban la calle de Santa En gracia desde la de José Abascal hasta la glorieta del Pintor Sorolla. El distrito de Chamberí se vio colapsado por el corte, que duró cuatro horas. Mientras tanto, ayer mismo, la delegada del Gobierno, Ana Tutor aseguraba en la Junta Local de Seguridad que los atracos a taxistas han descendido este año en un 40%.
Los concentrados llegaron a Santa Engracia desde el Cementerio Sur, donde se había enterrado a García Marijuán. El conductor murió de un ataque cardiaco, según desveló ayer la autopsia, pero sus compañeros están convencidos de que el ataque sobrevino tras ser víctima de un atraco.
Según la policía, García Marijuán llevaba consigo 2.000 pesetas y todos sus efectos personales, incluido el reloj, cuando se encontró su cuerpo, que tenía rozaduras en un brazo y la pierna derecha que pudieron ser fruto de una caída "leve, sin violencia", según las mismas fuentes.
Madrugada en el balcón
Durante la madrugada, la serenata de cláxones e indignación de los taxistas interrumpió el sueño de miles de vecinos. En la Red de San Luis, cabezas somnolientas iban saliendo a los balcones a contemplar el espectáculo mientras los extranjeros no entendían cómo entre tanto taxi, ninguno les podía llevar al hotel. "Taski, no more?", preguntó un muchacho rubio. "No, ya no hay taxis, chaval", le contestó un taxista de mediana edad."¡Pesetas!", increpaban los taxistas a sus compañeros que subían desde la plaza de España con viajeros. Algunos clientes fueron invitados a abandonar el coche. Ya en la Puerta del Sol, los concentrados decidieron ir a darle el desayuno al alcalde, Agustín Rodríguez Sahagún, y la comitiva -más numerosa- regresó a la Castellana a bocinazo limpio.
La Policía Municipal les cortó el paso en las proximidades de Padre Damián, la calle donde vive el regidor. De hecho, sobre las cinco, apenas se reunieron 60 taxis en la calle, que de forma entusiasta intentaron levantar al alcalde. "¿Por qué no vais a casa de vuestra madre?", les respondía un vecino.
A las seis, la última luz verde abandonó la calle del Padre Damián. "La única conclusión es que cuatro hijos de puta han hecho la noche", se lamentaba un taxista ojeroso bajo la primera luz del día.
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