Bombas a 10 kilómetros

Pedro Martín Martín y Leoncio García García, vecinos de Cabanillas, de 78 y 88 años de edad, respectivamente, coinciden en decir que "en el pueblo no hubo ningún conflicto". Martín Martín añade: "En Cabanillas no hubo frente de combate; éste estaba por Somosierra y por Madrid". Tanto para Martín como para García, "la única diferencia que existió entonces es la misma que existe ahora y que ha existido siempre: la de los ricos con los pobres".Otro vecino que como Martín y García vivió la guerra en el pueblo explica que "en Cabanillas no pasó absolutamente nada en la guerra. Al pueblo acudían las brigadas republicanas a descansar y nada más". "Aquí no mataron a nadie, ni al cura, ni a nadie", especifica Urbano García, de 63 años de edad. García añade que "no hubo destrucción de ninguna clase". Según su versión, las bombas que cayeron más cerca del pueblo fueron las de Torrelaguna -localidad que se encuentra a unos 10 kilómetros de distancia de Cabanillas-, que es donde se encontraba "la fábrica de pan de Intendencia para la I División", añade..

Los más jóvenes del municipio, que nada tienen que ver con la historia, están tan sorprendidos como los mayores del lugar. "En Cabanillas de la Sierra no hubo ningún conflicto bélico ni enfrentamientos entre los vecinos, ni tan siquiera bajas o destrucciones", aseguran tajantemente los vecinos.

Durante la contienda, el pueblo estuvo gobernado por la República. La corporación municipal de Cabanillas está formada por tres representantes del PP, tres del PSOE y un independiente.