El crítico estado de salud de los líderes de los GRAPO motiva su agrupamiento en el Hospital Penitenciario
La ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, declaró ayer que la presencia de 10 presos de los GRAPO en hospitales madrileños responde a "razones estrictamente médicas" y negó que el Ejecutivo haya modificado su política penitenciaria, que, recalcó, "se ha revelado eficaz". Fuentes del entorno familiar y de los defensores de los grapos declararon que no tienen ningún indicio para suponer que la estancia simultánea de Francisco Brotons, José María Sánchez Casas, José Balmón y Fernando Hierro en el Hospital Penitenciario se deba al deseo de buscar una salida negociada al conflicto. Ayer, la policía alemana desalojó a una docena de simpatizantes de los GRAPO que ocuparon la Embajada española en Berlín Este.
Rosa Conde rechazó que pueda hablarse de "concentración" de rechisos de los GRAPO y que vaya a haber cualquier tipo de negociación con ellos. Por el contrario, sostuvo que su estancía en la capital del Estado tiene como única motivación la de ser sometidos a una revisión médica "más a fondo", atendiendo la petición de "los servicios sanitarios penitenciarios". [En estos últimos meses, algunos hospitales se han negado a recibir con diversas excusas algunos presos que sufrieron empeoramientos].Fuentes penitenciarias señalaron que los argumentos de Conde son muy débiles: "Cualquier hospital tiene mejores medios humanos y técnicos Dara hacer chequeos en profunlídad. Para eso no hacía falta que fueran al penitenciario".
Brotons Beneyto llegó el miércoles a Madrid desde la prisión de Badajoz; Sánchez Casas desde la de Sevilla, y Balmón Castells desde Daroca (Zaragoza). En el penitenciario se encontraban ya Fernando Hierro Chamón, Luis Cabeza Mato, Sebastián Rodríguez Veloso y Leoncio Celcerrada Fornieles. Sánchez Casas es la primera vez que abandona la prisión para ir a un hospital.
Los tres recien llegados han pasado a recibir alimentación forzosa. Balmón Castells, por su parte, debía haber asistido como testigo en la sesión convocada hoy del juicio en la Audiencia Nacional contra Milagros Caballero Carbonell, en huelga de hambre en la prisión de Yeserías, sesión que no ha podido celebrarse por el crítico estado de salud de ambos.
Fuentes de familiares de los GRAPO, que coinciden con Ibentes de funcionarios de prisiones, informaron que los tres irasladados a Madrid se encuentran en estado grave, sobre lodo Sánchez Casas y Balmón. Juan Manuel Pérez Hernández, internado en el Gregorio Marañón sufrió esta semana una parada cardiaca de la que pudo recuperarse.
Ocupación de la Embajada
La Embajada de España en la República Democrática Alemana fue ocupada ayer brevemente por una docena de manifestantes en apoyo de los grapos en huelga de hambre, informa José Martí Font. Los ocupantes, la mayoría provenientes del sector occidental de la ciudad, negaron pertenecer a grupo alguno, aunque era evidente su conexión con los simpatizantes y familiares de los presos de la Fracción del Ejército Rojo que cumplen, también en régimen de aislamiento, largas penas de prisión en la RFA. En Friburgo (RFA), unos desconocidos lanzaron varios cócteles mólotov contra una oficina de ventas de Seat. El Gobierno español tuvo conocimiento de la ocupación mientras estaba reunido en Consejo de Ministros.Alrededor de las diez de la mañana, una docena de jóvenes camufiados con distintivos de una agencia de viajes entraron en la sede de la Embajada de España, en la calle de Clara Zetkin de Berlín Este.
Tras algunos forcejeos sin consecuencias llegaron hasta el despacho del embajador, Alonso Álvarez de Toledo, sólo para comprobar que no estaba allí, aunque luego pudo entrar sin identificarse.
En el exterior, alrededor de 30 manifestantes empezaron a desplegar sus pancartas de apoyo a los presos del GRAPO y contra el Gobierno español. La policía alemana desalojó a los ocupantes, que no ofrecieron demasiada resistencia.
A pesar de la insistencia de medios oficiales y abogados y familiares de los grapos en negar la existencia de una mediación, fuentes de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) dieron crédito ayer a esta posibilidad y apuntaron hacia el Defensor del Pueblo como posible mediador. En ausencia del titular de esta institución, Álvaro Gil-Robles, fuentes de la Oficina del Defensor del Pueblo dijeron desconocer tal iniciativa. Por su parte, el presidente de la APDHE José Antonio Gimbernat anuncíó a EL PAÍS que si se confirma que la nueva situación se encamina a lograr una solución a la huelga de hambre, "se congelará la petición de mediación a organismos internacionalñes" anunciada el jueves pasado (veáse EL PAÍS de ayer).
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