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El fiscal se querella contra directivos de Drexel por falsedad en la venta de títulos de Repsol

La fiscalía de la Audiencia de Madrid presentó ayer una querella contra tres directivos de Drexel España, a los que acusa de un delito continuado de falsedad en documento mercantil por una irregular adjudicación de acciones de Repsol, SA, a sus clientes cuando estaban destinadas a residentes españoles. La querella ha sido dirigida contra Eric Darras, director general de Drexel España; Jaime Ignacio Asensio Ochoa, director general adjunto, y José Manuel Abaroa, jefe del departamento de renta variable de la entidad. El delito continuado de falsedad está castigado con una pena que puede elevarse a 17 años y cuatro meses de reclusión.Con ocasión de la salida a bolsa de 40 millones de acciones de Repsol S.A., Drexel España intentó, sin éxito, participar como aseguradora en la colocación de títulos, pero su solicitud fue rechazada por tratarse de una entidad participada casi al 100% por la sociedad matriz, extranjera, Drexel Burnham Lambert Inc.

Al no poder actuar en la colocación, y para atender la demanda de sus clientes institucionales extranjeros, que no podían adquirir directamente una oferta de acciones dirigida al tramo nacional, los tres directivos de Drexel decidieron suscribir las acciones del tramo minorista a través de una lista de personas que debían vender, en el primer día de cotización y al precio de salida, a favor de los clientes extranjeros de Drexel. Así, los clientes extranjeros de la firma accederían a las acciones de Repsol al precio de la oferta de salida, incumpliendo la condición de que las acciones estaban dirigidas a los residentes en España.

Al preverse una fuerta demanda de títulos y, consecuentemente, un elevado prorrateo, los directivos de Drexel decidieron confeccionar una lista de suscriptores lo más amplia posible, utilizando para ello los nombres y números de documentos de identidad de cuantas personas pudieran conseguir, pero sin que tales personas tuvieran intención de adquirir ni, por tanto, de vender posteriormente.

El fiscal no descarta que en la operación participaron otros empleados de Drexel pero los deja al margen de la querella porque "lo harían", dice, "por su relación de dependencia laboral y sin una conciencia clara del alcance de la operación". Los directivos les explicaron la necesidad de conseguir de nombres y documentos de identidad para la compra de acciones para la firma, añadiendo que la venta en el mismo día y al mismo precio sería una operación fiscalmente neutra.

Los empleados de Drexel aportaron una lista de 399 teóricos suscriptores, la mayoría de los cuales procedían del ámbito familiar o de sus círculos de amistades. Pero en muchos casos en la lista se incluyeron a personas ajenas por completo "y cuyos datos", agrega la Fiscalía, fueron obtenidos de las formas más inverosímiles". Así, entre los suscriptores hicieron figurar a los alumnos de una academia de Torrelavega (Santander) y a las personas que figuraban en un registro de Protección Civil en Cantabria, que por supuesto no tenían la menor idea de que iban a suscribir 40 millones de pesetas, cada uno, en acciones de Repsol.

Confeccionada la lista, Asensio y Abaroa ordenaron a la CAZAR cumplimentar 100 órdenes de compra de acciones de Repsol por un total de 23.529 títulos cada una al tipo del 340%, lo que suponía un importe de 39.999.300 pesetas por cada orden. Los títulos debían depositarse en el despacho del agente de bolsa Carmelo Lacaci. CAZAR cumplimentó la orden de adquisición y cargó el importe en una cuenta sin saldo abierta por Drexel con esa finalidad.

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