El Covent Garden recauda fondos para Margot Fonteyn
La artista retirada presencia las actuaciones de Plácido Domingo y Rudolf Nureyev
Margot Fonteyn, prima ballerina assoluta y dama del Imperio Británico, recibió anoche en el Covent Garden londinense, según previsiones, un homenaje que va a mostrar lo equivocada que está al decir que nunca quiso llegar a vieja, "a tan vieja que una se queda sin amigos ni dinero". Participarán, entre otros, Nureyev y Plácido Domingo. Fonteyn, deslumbrante estrella en los escenarios de todo el mundo, revivirá hoy añejos éxitos y escuchará emocionados aplausos que no ha oído desde que dejó de bailar hace 10 años, cuando ya tenía 60. Su vida, que haría un singular guión cinematográfico, transcurre hoy plácidamente en una finca del Pacífico panameño, envuelta en memorables recuerdos de su fallecido esposo, Roberto Tito Arias.
Cuatrocientas vacas de raza, cinco perros y unas cuantas gallinas son la constánte compañía de Fonteyn en su retiro de Panamá, una aislada finca al borde del mar comprada por Arias poco antes de morir, el pasado mes de noviembre.El mundo sólo llega allí mediante la onda corta de la BBC y de allí sólo sale Fonteyn con un teléfono que le permite llegar a Ciudad de Panamá. De vez en cuando hay tambien viajes a Nueva York, Londres o Caracas, siempre relacionados con la danza.
La vida de la bailarina tiene dos polos, el ballet y su marido, unidos por una enmarañada aventura en la que hay desde cárceles a palacios y en la que losnombres de Fidel Castro, Onassis, Churchill, Roogevelt, Nureiev y Noriega se dan la mano con naturalidad perversa.
Fonteyn -que alargó por lustros su magisterio sobre los escenarios para subvenir a las necesidades económicas provocadas por-la asistencia a un Tito Arias paralizado por completo desde 1964, tras recibir cinco tiros en un atentado al poco de ser elegido miembro de la Asamblea Nacional- podría vivir en Londres o Nueva York enseñando los secretos del ballet a jóvenes bailarines, pero prefiere el aislamiento de su casa pariameña, una modesta construcción compuesta de cuatro piezas, ladrillo y un tejado de aluminio.
El homenaje de hoy pretende recabar fondos con los que Fonteyn pueda vivir el resto de sus días. Sus joyas fueron subastadas el año pasado en Christie's y sus amigos y admiradores- de todo el mundo han hecho ya una contribución que ronda los 50 millones de pesetas a una fundación que, en el futuro, becará a bailarines jóvenes.
Pocas estrellas del mundo de la danza concitan tantos elogios, dentro y fuera del escenario, como Margot Fonteyri, cuya vida artística está indisolublemente unida a tres nombres. Su primer compañero fue Robert Helpman, mayor y con más experiencia que la joven bailarina, quien dice de ella que sobre el escenario "tenía la cualidad de hacerle a uno querer llorar".
El aristocrático Michael Somes recuerda que para bailar con él Fonteyn modificólodas sus interpretaciones: "Siempre fue muy humilde y siempre estaba dispuesta a aprender".
El joven Nureyev llegó ya a una madura Fonteyri, pero ambos establecieron una relación que dio al ballet una popularidad nunca vista desde los tiempo de Diaghilev.
La admiración y el respeto de Nureyev por Fonteyn le ha llevado a participar esta noche en Romeo y Julieta, a pesar de la presencia en el papel estelar de Sylvie Guillem, con la que hace meses tuvo un sonoro altercado al abandonar la bailarina el ballet de la ópera de París en beneficio del Royal Ballet de Covent Garden.
Nureyev interpretará Mercutio, 25 años después de que diera vida al estreno del Romeo de la Julieta Margot.
El tenor Plácido Domingo abrirá la velada con la interpretación de un par de arias en honor a su amiga.
Fonteyn, que ya ha cumplido 71 años y corona su fragilidad con un cabello completamente blanco, decía hace unos días que temía la ancianidad porque "si una vive demasiado se queda sin amigos ni dinero". Conoce esta última experiencia; los amigos van a estar todos esta noche en Covent Garden para hacérsela olvidar.
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