Seis jefes del Estado árabes boicotean a Sadam Husein
, Seis jefes de Estado árabes no atendieron ayer la invitación de su homólogo iraquí, Sadam Husein, para asistir a la cumbre de Bagdad. Los reunidos esperaron hasta el último momento la comparecencia de¡ presidente sirio, Hafez el Asad. Imbuido de una repentina vocación mediadora, el líder libio, Muammar el Gaddafi, viajó de nuevo a primerísima hora de la mañana a la capital siria, con la intención de llevarse consigo al recalcitrante león de Damasco. Pero ni siquiera la perspectiva de una entrada triunfal del brazo de su amigo libio convenció a Asad.
Así, con las mesas de las delegaciones siria y libanesa completamente vacías, dio comienzo a mediodía esta cumbre, que ha querido ser de la unidad y la solidaridad, pero que ha revelado, una vez más, las fisuras que requebrajan a la nación árabe. La retórica habitual, apenas ha podido ocultar el sentimiento de fracaso y desilusión de quienes esperaban una conferencia unificadora de verdad.A las ausencias ya previstas de Asad y el libanés Elías Haraui, se sumaron de manera inesperada las del marroquí Hassan II, el argelino Chadli Benjedid, el sultán omaní Kjabusa y Gadaffi. "Necesitamos una política común y olvidar nuestras diferencias para edificar un futuro a la nación árabe", aseguró el presidente iraquí, Sadam Husein, durante el discurso inaugural "La seguridad árabe es indivisible", añadió, antes de poner "el poder iraquí" a disposición de todo el mundo árabe, para enfrentar a Israel. "Si Israel nos ataca, atacareinos", volvió a repetir, para culpar en seguida a Estados Unidos de la política de la entidad sionista".
Tras la intervención de Sa dam Husein, del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y del rey Hussein de Jordania, habló el lí der de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat. Éste solicitó la in mediata convocatoria del Consejo de Defensa Árabe, con el fin de estudiar las amenazas norte americanas e israelíes a la nación árabe. En un discurso bastante más abierto y claro que el de sus predecesores en la tribuna, Ara fat pidió sanciones, boicoteo o presiones políticas para los paísaes que colaboren con "la agresióm al pueblo árabe o a sus tierras".
Lucimiento de Bagdad
"Esta reunión va a servir sobre todo para el lucimiento de Irak", coincidían en señalar ayer fuentes cercanas a las delegaciones de Egipto y Marruecos. Husein ha sabido aprovechar la ola de simpatía que ha generado entre los pueblos árabes su osadía frente a Occidente. Tal capital de popularidad le resulta en particular oportuno en el frente interno, donde sus nacionales, empobrecidos por casi 10 años de guerra, aún no han empezado a disfrutar de los beneficios políticos y eco nómicos del alto el fuego. Las pretensiones iraquíes de lograr el respaldo árabe a un mensaje dirigido a las dos superpotencias, está encontrando, sin embargo, mayores dificultades. Irak ha preparado una carta para la cumbre que a partir de mañana celebrarán los presidentes soviético, Mijaíl Gorbachov, y estado unidense, George Bush, en la que les advierte de los peligros de la_ emigración judía a Israel. El texto, según fuentes diplomáticas árabes, urge a ambos dirigentes a reactivar las iniciativas de paz para Oriente próximo y, les ase gura que el programa científico iraquí no constituye una amena za para la estabilidad en la región. Esta misiva, cuyo contenido fue discutido por los ministros de Asuntos Exteriores árabes en la madrugada de ayer, ha puesto de relieve la división entre la línea dura que representan iraquíes, libios y palestinos, y los más moderados, encabezados por Egipto.
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