Un problema de conciencia

, Inés, madre de Azahara Guzmán, la única niña que asistió a clase con Montse Sierra al día siguiente de que un auto judicial obligase a su escolarización -cuando de los 200 alumnos del colegio Pintor Denis Belgrano solamente acudieron a clase 26-, afirma que decidió quesu hija continuara asistiendo a clase tras consultar unos folletos sobre el sida y plantear el problema a un pediatra, quien, según relata, le confirmó que no existía ningún tipo de riesgo para su hija.

"Al principio yo también tenía mi miedo, y por eso busqué información. Para mí era además un problema de conciencia, pues no me gustaría encontrarme en una situación similar. Yo tengo cuatro hijos y no me agradaría que me marginaran por un problema así", confiesa.

Inés cree que ya ha existido información suficiente al respecto y por ello considera que la actitud de los padres que aún permanecen sin llevar a sus niños al colegio Denis Belgrano obedece a la "cabezonería". Algunos padres de alumnos dejaron de hablar con Inés cuando ésta decidió que Azahara acudiera a clase junto a Montse, pero confiesa que no le preocupa demasiado porque habitualmente no convive con ellos, ya que no habita en el barrio donde se encuentra el centro.

"Hay gente que también se niega a hablar con mis hijos y les dicen que tienen el sida, pero yo les tengo advertido que sólo hablen con quienes quieran hablarles de la verdad".

Muy amigas

Azahara, una niña de larga melena negra, que ha aparecido en alguna foto con Montse mientras merendaban en el patio del colegio, se ha convertido en inseparable amiga de la pequeña centro de la polémica. La única medida de precaución que Inés ha inculcado a Azahara es que no intercambie alimentos ni objetos de boca en boca con Montse.

Inés afirma que les ha explicado a sus cuatro hijos, la mayor de 13 años, en qué consiste el síndrome de inmunodeficiencia adquiririda y ya ha evitado que Azahara se refiera a Montse como la niña del sida. "Ahora son muy amigas y siempre quieren estar juntas", añade.