Los derechistas surafricanos desafían la política de cambios de De Klerk
, El presidente surafricano, Frederik de Klerk, regresó el sábado a su país, donde le esperaban miles de seguidores que ondeaban banderas de bienvenida con la frase "l love [me gusta] De Klerk" e insignias en las que se reitera su promesa de erradicar todos los vestigios del sistema de discriminación racial mantenido por la minoría blanca. El aire triunfal de su bienvenida, tras 18 días de gira por nueve países europeos, tuvo como contrapartida la manifestación derechista a la que acudieron unas 100.000 personas para protestar por la política de cambios del actual jefe de Estado.
Frederik de Klerk dijo a su regreso a Pretoria de su gira europea que "el orgullo surafricano ha sido restablecido". Con ello se refería a lo que considera es un cambio de actitud por parte de los líderes europeos hacia Suráfrica provocado por el convencimiento de que su Gobierno ha asumido un irreversible compromiso con la erradicación del apartheid.La manifestación derechista se desarrolló ante el monumento a los Voortrekker -en memoria a la marcha de los bóers al interior del país-, situado en dicha ciudad, que constituye el símbolo del nacionalismo afrikáner, que acusa a De Klerk de entregar el país a la mayoría negra.
Esvásticas en Pretoria
Una emotiva multitud de aproximadamente 100.000 personas aplaudió la intervención del líder del partido conservador, Andries Treurnicht, quien acusó a De Klerk de "arrastrarse por Europa". Banderas rojas con un símbolo similar al de la esvástica nazi fueron ondeadas por los numerosos miembros del Movimiento de Resistencia Afrikáner -de tendencia neonazi- presentes entre la multitud.
Mientras, a apenas 30 kilómetros de distancia, en el gueto negro de Atteridgeville, el líder del ANC, Nelson Mandela, acusó al dirigente del partido conservador de intentar fanatizar a los blancos y promover la división racial. Es la primera vez que Mandela visita Pretoria desde que fue sentenciado a cadena perpetua por el Tribunal Supremo, hace más de 25 años.
Mandela dijo ante una multitud de 40.000 personas que cantaban y bailaban en el estadio de Atteridgeville que "Treurnicht es un profeta de la destrucción".
En el acto del partido conservador, la multitud manifestó su apoyo a lo que se denomina como "tercera lucha por la libertad de los afrikáners", refiriéndose a las guerras que libraron los bóers surafricanos por la independencia, frente a los británicos, en este país a comienzos de siglo. Treurnicht subrayó el plan de 10 puntos que podría conducir a los afrikáners a la independencia del actual Gobierno y que incluye el establecimiento de áreas separadas donde los afrikáners podrían vivir sin tener que aceptar la residencia multirracial de las áreas.
"La denominada nueva Suráfrica de integración forzosa que el Gobierno está obligándonos a aceptar no nos deja otra opción que la de defender nuestros derechos y nuestra propiedad a todos los niveles de nuestra comunidad", dijo Treurnicht al hacer un llamamiento a los asistentes para la recogida de un millón de firmas que exigan al Gobierno la celebración de nuevas elecciones para la comunidad blanca.
En su opinión, De Klerk encabeza "un Gobierno irrazonable que ya no representa a la nación y que practica políticas fraudulentas". Además, el dirigente conservador advirtió al Gobierno que sus seguidores no están dispuestos a capitular y de la posibilidad de que opongan resistencia a un cambio forzoso.
"No obliguéis a nuestra gente a que se plante en medio de vuestro camino y os desafie a que continuéis por encima de nuestros cadáveres", dijo Treurnicht. "Hablamos en serio. No hay barco esperándonos en el puerto", añadió, en una referencia a lo ocurrido a colonizadores blancos en otras partes de África.
[Al menos 35 personas murieron en una semana de violencia política en Suráfrica, mientras varios atentados con bombas y granadas produjeron heridos y daños materiales importantes, según fuentes policiales, informa France Presse].
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