La disminución del ozono provocara ceguera y cáncer de piel, según un biofísico holandés

El biofísico holandés Jan C. van der Leun, que forma parte del Plan de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, asegura que "si continúa la actual disminución del ozono de la atmósfera terrestre, los casos de ceguera y cáncer de piel aumentarán en el futuro", debido a los perniciosos efectos sobre las personas de los rayos ultravioleta emitidos por el Sol no filtrados por la capa de ozono. Van der Leun, de 61 años, participa en las jornadas internacionales sobre el ozono organizadas por la Federación de Amigos de la Tierra, que fueron inauguradas ayer en Madrid y que concluirán el próximo día 26.

Van der Leun, que trabaja desde 1972 sobre los efectos de los rayos ultravioleta en la salud humana, advierte que la capa de ozono "ha diminuido globalmente en un 3%" y que "la situación actual del agujero descubierto en la Antártida en 1987 es tan grave como entonces", cuando causó la alarma de toda la comunidad científica internacional. Van der Leun está convencido de que este deterioro de la capa de ozono no es un fenómeno natural, sino que está producido por los gases clorofluorocarbonos y los halones. "Asistimos al comienzo de un proceso muy lento, que seguirá aumentando en los próximos 30 años aunque se dejen de producir CFC. El 3% actual supera las previsiones teóricas y, aunque hasta ahora sólo se ha medido en los polos, sería interesante hacerlo en las zonas templadas", afirma.

Consecuencias

Presidente del Grupo de Efectos del Plan de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Van der Leun enumera las consecuencias, seguras para la mayoría de los científicos, de los rayos ultravioleta sobre las personas: "Quemaduras, ceguera, cataratas, envejecimiento y cáncer de piel y defectos en el sistema inmunológico, con lo que aumentará el riesgo de enfermedades infecciosas". Van der Leun predice que "el mantenimiento de una disminución del 1 % del ozono de la atmósfera terrestre durante 10 años causará la ceguera de 100.000 personas en el mundo" y añade que todos estos males tendrán un efecto aún mayor en las zonas menos desarrolladas donde "el conocimiento y los medios médicos son insuficientes y escasos".Las perspectivas para los demás organismos vivos no son más halagüeñas: "Se ha comprobado que la radiación ultravioleta hace que las plantas crezcan menos, lo que afectará a la producción agrícola, y que termina con los pequeños organismos marinos como el plancton y el fitoplancton, lo que además de tener graves consecuencias para los recursos pesqueros, contribuye al calentamiento de la Tierra".

Pese a todo, Van der Leun es optimisinta ante la reunión de próximo mes de junio en Londres para revisar el Protocolo de Montreal, por el que 49 países se comprometieron en 1987 a prohibir los gases que dañan el ozono para el año 2000, "ya que cada vez hay más gente convencida de que hay que prevenir estos riesgos". Liz Cook, presidenta de los Amigos de la Tierra de EE UU, que también participa en las jornadas de Madrid, señala que "el desafio será establecer los mecanismos financieros para hacer esto posible y que se produzca un cambio en la mentalidad de los gobiernos, que deben entender que el desarrollo económico está ligado al medio ambiente".