Sendero Luminoso, dividido sobre su lucha armada

La aparición de panfletos de una fracción de la organización guerrillera peruana Sendero Luminoso -de tendencia maoísta- en los que se anuncia el abandono temporal de la lucha armada ha provocado dudas en Perú. El sorprendente anuncio fue efectuado el pasado jueves, cuando Sendero Luminoso cumplió 10 años de actividad terrorista. Los panfletos fueron profusamente distribuidos en la ciudad de Ayacucho, la cuna del senderismo.

Los dirigentes políticos de Perú discutían ayer la autenticidad de las octavillas que señalan que se mantendrá la lucha ideológica, "para examinar y evaluar todas nuestras brillantes acciones de esta década y volver nuevamente con impulsos e ideas que permitan el equilibrio estratégico y mejores condiciones". El estilo de los panfletos y la oportunidad de su aparición han despertado algunas suspicacias sobre su autenticidad.El anuncio senderista apareció después de producirse en Ayacucho tres atentados con dinamita, uno de los cuales destruyó la fachada de la sede regional del movimiento Cambio 90, que lidera el ingeniero agrónomo Alberto Fujimori, favorito en las encuestas para la segunda vuelta electoral de las presidenciales peruanas que se realizarán el próximo 10 de junio.La firma del texto senderista -PCP Base- ha hecho pensar a los analistas que se trata de una tendencia compuesta por un sector político de los radicales maoístas peruanos opuesta abiertamente al ala militar del movimiento. A lo largo de una década Sendero ha estado bajo,la férrea conducción de su fundador y líder, el ex profesor universitario Abimael Guzmán Reynoso, quien se hace llamar presidente Gonzalo. "Ha llegado el momento de decir que se acabó el crimen por el crimen, el culto a la personalidad y el fundamentalismo ideológico. Hagamos nuestra propia guerra popular para evitar que ésta se congele", dicen los panfletos senderistas de Ayacucho. Tras 10 años de violencia un tercio del territorio peruano está militarizado, los derechos humanos se han violado reiteradamente, por el senderismo y por las fuerzas armadas, y el triste récord mundial de desaparecidos lo sigue ostentando Perú por tercer año consecutivo.