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La CEOE considera que un acuerdo global es imposible ante la negativa de los sindicatos

El presidente del Gobierno, Felipe González, y el de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, mantuvieron ayer la reunión previa al inicio formal de la segunda fase de la concertación social. Los dos interlocutores, según la ministra portavoz, Rosa Conde, mantuvieron "posiciones abiertas y flexibles ante los temas a discutir en esta fase y reconocieron la mayor dificultad que existe para lograr un acuerdo global", aunque aceptaron que sería bueno que hubiera una "mayor disponibilidad al diálogo para conseguir llegar a 1993 en las condiciones mejores para la economía española". José María Cuevas afirmó: "Es más conveniente y eficaz una negociación global y creo que el Gobierno piensa lo mismo. El problema está en que los sindicatos no quieren ni oír hablar de ello".El presidente del Gobierno señaló en esta reunión que es responsabilidad de todas las partes el reto de 1993, algo que también mantiene el presidente de la patronal CEOE. José María Cuevas señaló la plena coincidencia con el Gobierno en la necesidad de instrumentar un foro político donde se discutan los problemas derivados de la entrada en vigor del Acta Única Europea en 1993, que será la comisión mixta Congreso-Senado, y otro social, el Consejo Económico y Social, en el que los agentes sociales discutirán estos mismos aspectos.

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Rosa Conde señaló que Felipe González reiteró en su reunión con Cuevas que sería deseable "que en el acuerdo social quedara clara la distribución de las ganancias de productividad entre mejora de los salarios reales de los trabajadores y mayores inversiones por parte de las empresas mediante la reinversión de los beneficios". Cuevas afirmó que "es necesario que se discuta cómo se genera la productividad y cómo se distribuye".

El objetivo del Gobierno es, según la ministra, "conseguir una mejora de los salarios reales compatible con una caída de la inflación y de los salarios nominales y con la reinversión de los beneficios empresariales".

Los temas básicos que se discutirán entre Gobierno y empresarios se refieren a la reforma fiscal, cuyas ideas básicas deberían estar diseñadas en junio para que la ley de reforma pueda entrar en el Congreso; la reforma de las estructuras comerciales -ya que es en este sector donde se producen las mayores tensiones inflacionistas en la actualidad-, y distintos temas de política industrial. Junto a estos temas, Cuevas planteó la necesidad de introducir elementos de análisis de la política presupuestaria y de rentas y el marco de ínternacionalización de la economía.

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