La organización armada vuelve a utilizar la ronda como objetivo
El 9 de mayo de 1968 una bomba hacía explosión en la carretera de Vitoria a Pamplona, en Urbasa concretamente, minutos antes del paso del pelotón ciclista de la Vuelta a España sin que se produjeran daños personales. ETA, reinaugurada tras los primeros años de escarceos dialécticos, buscaba en la carrera ciclista su notoriedad pública una vez asumida la lucha armada en su concepción espiral de la violencia.Desde entonces, la Vuelta se constituyó en una permanente obsesión que acabó por alejarla definitivamente en 1979 de la comunidad autónoma vasca y que ayer rebrotó en Navarra con una acción similar 22 años después.
Con anterioridad al atentado de Urbasa se habían producido ligeros escarceos por boicotear el desarrollo de la carrera por las carreteras vascas. La calma tras la explosión de Urbasa pareció recobrarse y la Vuelta transcurrió sin especiales incidentes en los años posteriores hasta la edición de 1978 -con victoria final de Hinault- en que hubo de suspenderse la penúltima etapa que conducía a los ciclistas desde Bilbao a San Sebastián, lugar habitual de finalización de la prueba organizada por el diario El correo español-El pueblo vasco.
Una barricada en Durango y la previsión de posteriores acciones de boicoteo obligaron a parar la carrera ciclista.
Un año después, con victoria final del holandés Joop Zoetemelk, los incidentes se reprodujeron en San Sebastián y El correo puso fin a sus labores organizativas cediendo la responsabilidad a la Federación de Ciclismo y a la empresa Unipublic.
Excusas
El argumento oficial para alejar la carrera del País Vasco se refugió en el objetivo de llevar la prueba a lugares en que el ciclismo requería una mayor promoción. En realidad, los atentados prohibieron el discurrir de los ciclistas por el País Vasco.
Navarra, no obstante, siguió contando con la presencia del pelotón habitualmente de paso por sus pruebas y en dos ocasiones como final de etapa aunque con un considerable y notorio depliegue policial. ETA reverdeció ayer su vieja obsesión con dos nuevos artefactos en las fronteras exactas entre La Rioja y Navarra. Aunque la ronda discurra hoy, de nuevo, por tierras navarras, no parece probable que vuelva a repetirse los atentados, según la organización.
Euskadi, una comunidad que vive el ciclismo como una religión y que tiene una prueba de ámbito local -la Vuelta al País Vasco-, es el único territorio nacional que acoge el paso de la Vuelta. Regiones como Cataluña o el País Valenciano, que cuentan con pruebas propias por etapas, son escenarios habituales de los finales de etapa de la ronda española, una de las carreras más prestigiosas del calendario ciclista internacional.
Esta singular afición por el ciclismo ha colocado a algunas ciudades vascas, caso de San Sebastián, como candidatas a recibir alguna etapa del Tour.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.