¿Cómo no voy a estar preocupado por la Mafia?"

El secretario nacional del Partido Socialista Italiano subraya su preocupación por la extensión y fuerte incidencia del fenómeno mafioso en la sociedad italiana, fundamentalmente en el sur del país. "¿Cómo no voy a estarlo?. El fenómeno de la Mafia se propaga y el Estado da la sensación de que no es capaz de afrontarlo con una adecuada estrategia.""El mal es muy antiguo, pero su importancia es cada vez mayor debido al tráfico de drogas. ¿Cómo no ver que es aquí donde se encuentra el punto central de la cuesti ón, en la inmensa acumulación de riqueza que el tráfico de drogas permite en tan breve tiempo y que posibilita una corrupción a gran escala?".

Bettino Craxi denunc a que los traficantes han adquirido sectores económicos enteros, blanquean el dinero sin dificultad y ejercen presión sobre las estructuras productivas, económicas, bancarias de la nación. El líder socialista advierte también que existen otras formas mafiosas que utilizan las concesiones del Gobierno, el soborno y actúan sobre las administraciones de los pequeños ayuntamientos.

"Pero el mayor peligro", subraya, "es la droga, no sólo por sus efectos de difusión de la toxicodependencia, sino por la fuerza de la organización criminal que crece en torno a ese tráfico. Tras estas elecciones pediremos a las demás fuerzas políticas que se afronte el problema con un plan de intervención especial tanto a nivel legislativo como policial. No podemos seguir combatiendo esta verdadera catástrofe delictiva con la ayuda de los medios habituales de represión". Bettino Craxi considera fundamental dedicar especial atención al problema y se sorprende de que en una ciudad meridional como Reggio Calabría, de dimensiones mediano-pequeñas, el problema no ha podido ser atajado hasta el momento. "Se ha hecho poco", dice.

Una ley especial asigna 600.000 millones de liras [54.000 millones de pesetas] a la lucha contra el narcotráfico, "pero no es suficiente", agrega. "Son necesarias otras iniciativas públicas y privadas. Y es así en todo el sur de Italia: 120 billones de liras [10,8 billones de pesetas] asignados para 10 años, 60 billones gastados [5,4 billones de pesetas], la mayor parte para fiscalizaciones, ayudas fiscales, los eternos compromisos, y el resto disipado sin un programa convincente". El dirigente socialista, pese a todo, confia en el futuro, reconoce los logros conseguidos, aunque alude asimismo a las desigualdades sociales y a que "el Estado necesita muchos cambios y reformas". "Queda mucho por hacer".

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