Nueva ley francesa contra el racismo, la xenofobia y el antisemitismo

El Parlamento francés aprobó en la mañana de ayer una ley que endurece las penas por cualquier hecho o declaración verbal o escrita basados en el racismo, el antisemitismo o la xenofobia. El proyecto de ley había sido presentado por el grupo parlamentario comunista y fue aprobada gracias al voto favorable de la totalidad de los diputados socialistas. Para la oposición de derecha, que se opuso o abstuvo, esta iniciativa parlamentaria distrae la atención del verdadero problema del pueblo francés: la inmigración.La nueva ley contempla la posibilidad de privar de la mayoría de sus derechos cívicos por cinco años a los autores de declaraciones racistas. También considera un delito el denominado revisionismo, es decir, la posición de algunos historiadores de ultraderecha que restan importancia al genocidio nazi.

En adelante, los que nieguen en Francia la existencia de las cámaras de gas podrán ser condenados a penas de entre un mes y dos años de prisión y multas situadas entre las 50.000 pesetas y los seis millones de pesetas.

El endurecimiento de la legislación antirracista está dirigido contra el líder del Frente Nacional Jean Marie le Pen, que no se muerde la lengua a la hora de denunciar una supuesta invasión de Francia por la mano de obra árabe y africana.

Con frecuencia, Le Pen afirma asimismo que las cifras del holocausto facilitadas por las organizaciones judías son "muy exageradas". Las últimas encuestas de opinión han confirmado el creciente eco de las palabras de Le Pen entre el pueblo francés. Una mayoría de ciudadanos considera más grave la presencia de millones de inmigrantes procedentes del Tercer Mundo que las reacciones racistas que ello provoca.