Coche contra burro

En las noticias breves del día 10 informan de que dos personas resultaron heridas al chocar el vehículo en el que viajaban contra un burro que invadió la calzada. ¿Salió el burro del encontronazo ileso, malparado, muerto? La gacetilla no lo menciona. Ese silencio-olvido-desprecio me causó desasosiego. Pero ¿por qué?, si no es más que un burro. Aunque, a decir verdad, si se hubiera escrito pollino, jumento y hasta incluso asno, la connotación despectiva hubiese quedado atenuada.Para mí, contrariamente a lo que hoy se siente y practica, el ser humano está por encima de todo lo demás, pero sin que en mi estima y defensa desmerezca, por ejemplo, la vida del agua, de los árboles o de cualquier animal.

Como un fogonazo recorrió mi mente el precioso tomo Platero y yo, aparecido en 1914, obra del poeta de Moguer, Juan Ramón Jiménez, Nobel de Literatura en 1956. Este pequeño gran libro, famoso en el mundo entero y traducido a todos los idiomas, es una emocionada elegía dedicada a un borriquillo en busca de la bondad y la belleza; está escrita

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como una sinfonía musical y pictórica, salpicada de lirismo, ternura y comunión con la naturaleza.

"La vida de la Tierra está toda en mi cuerpo", dejé escrito en un poema juvenil. ¡Ay de los pobres borriquillos, invasores de calzadas, que en el mundo todavía son! Me consta que EL PMS está al lado de toda la verdad y de toda la vida. Grábenlo en el Libro de Estilo para no caer en la amnesia de silenciarlas.- Pedro Navarro Torrecillas.