Sólo mujeres, sólo hombres.
Colmenar Viejo viene intentando recuperar en los últimos años dos fiestas, que supone profundizar en sus orígenes agrícolas y ganaderos. Son la Maya, que se celebra hoy, y en la que las protagonistas son sólo mujeres, y la Vaquilla, su cara opuesta, en la que sólo intervienen hombres y se celebra el 2 de febrero. La Vaquilla se desarrolla en un ambiente violento, por el alboroto y el sonido de las fustas que hacen sonar mayorales y vaquilleros contra el suelo mientras corren a la vaquilla por las calles del pueblo. Todo lo contrario que en la Maya. En ella predomina lo estético-estático, no hay movimiento, no hay ruidos, todo está en silencio. Sin embargo, el olor desempeña un papel principal. El suelo se encuentra lleno de flores y de hierbas recogidas momentos antes en el campo.
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