Rumanía y el Vaticano reanudan sus relaciones

Agencias

El Gobierno rumano y el Vaticano decidieron ayer reanudar las relaciones diplomáticas, según anunció la agencia oficial Rompress. La decisión fue tomada durante un encuentro del ministro de Asuntos Exteriores, Sergiu Celac, y un enviado del Papa, Angelo Soldano. Un representante de la Iglesia católica eri Rumanía participó en la reunión.La relaciones fueron interrumpidas en 1948, tras la llegada al poder del comunismo. El Gobierno instalado en Rumania en la revolución de diciembre restableció la libertad de culto. Por su parte, el papa Juan Pablo II nombró el mes pasado 11 obispos católicos para reconstituir el episcopado rumano. Unas 100.000 personas practican el ea.tolicismo en este país de 23 millones de habitantes, la mayoría ortodoxos. Rumania se convierte así en el cuarto país del Pacto de Varsovia en reanudar sus relaciones diplomáticas con la Iglesia, después de Polonia, Hungría y Checoslovaquia.

Foco de la revolución

Por otra parte, decenas de personas llegadas de Timisoara, foco de la revolución, instalaron ayer tiendas de campaña en la plaza de la Universidad de Bucarest, para un irse a la concentración que por noveno día consecutivo mantiene cortado el centro de la capital rumana. Los manifestantes piden la dimisión del presidente provisional, Ion Illescu, líder del Frente de Salvación Nacional, y la aplicación de la llamada Declaración de Timisoara.Los opositores piden en esta declaración que ningún ex comunista pueda participar como candidato en las elecciones del 20 de mayo. Demandan también la derogación de un decreto según el cual la cadena de televisión Romanla Libera está sometida a la autoridad del presidente de la República. Uno de los líderes de los concentrados, Dumitru Dinca, comenzó ayer una huelga de hambre por la apertura de un diálogo entre los manifestantes y el Gobierno.

El primer ministro rumano, Petre Roman, por su parte, afirmó en una entrevista publicada ayer por Le Figaro que es imposible un regreso al autoritarismo en su país. Roman se identificó con el presidente del Gobierno español, Felipe González, y con el primer ministro francés, Michel Rocard, como "hombre de centro izquierda". Roman negó ,que se produjeran actos de violencia el 24 de abril contra los manifestantes, y añadió que la protesta diaria que se mantiene en la plaza de la Universidad "está organizada por unas 200 personas que conocemos y que están dispuestas a todo para provocar incidentes y mostrar que. Rumanía no está en situación de asegurar las elecciones".

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