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Los hombres de una comarca suiza deciden en asamblea impedir el sufragio femenino

La comarca suiza de Appenzell permanecerá como único bastión del machismo helvético, ya que los hombres, reunidos ayer en asamblea, decidieron por un voto de diferencia no otorgar a las mujeres el derecho al sufragio en el ámbito cantonal, hecho insólito en Europa.Las mujeres de esta comarca, situada al noreste de Suiza, cerca del lago Constanza, con 13.000 habitantes, tienen derecho al sufragio a nivel federal y comunal, pero no en lo que concierne a los asuntos cantonales. El Tribunal Federal deberá pronunciarse sobre el caso ya que un ciudadano suizo ha presentado recurso (ver EL PAÍS de 27 de abril). El pasado año, otro cantón vecino votó a mano alzada en favor de la participación femenina.

El caso ha llegado al alto tribunal porque una alfarera vio rechazada su solicitud de participar en la Landsgemeinde. Esta fiesta celebrada ayer domingo goza de cinco siglos de tradición y consiste en una pomposa muestra de democracia directa a la que los hombres asisten provistos de una espada como símbolo de prerrogativa electoral. En ella se eligen a los representantes locales y se votan cuestiones que atañen a la comunidad, como la recepción de la televisión o los impuestos.

El sufragio femenino está reconocido por todos los partidos políticos, pero de hecho, los hombres no permiten que las mujeres participen en su tradicional Landsgemeinde. Con esta son tres las ocasiones -las anteriores datan de 1973 y 1982- en que Appenzell se pronuncia contra el derecho de las mujeres a votar y a ser elegidas.

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