La reforma fiscal en la URSS es tan importante como la propiedad privada, afirma Yarochenko
Los ciudadanos soviéticos se van a ver pronto inmersos en la vorágine de los impuestos, por si tuviesen poco con el torbellino de la política en su país. El diputado del Grupo Interregional del Soviet Supremo de la URSS, Víctor M. Yarochenko, de 44 años, es presidente de la subcomisión fiscal del Parlamento, además de consejero económico del líder radical Borís Yeltsin, y ha hecho propuestas para la reforma fiscal que levantan ampollas en las filas conservadoras del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
De prosperar sus propuestas, todo ciudadano que gane entre 100 rublos mensuales (22.000 pesetas) y 700 tendrá que pagar al Estado un porcentaje igual. A partir de la última cifra, se irán elevando los porcentajes. El salarlo medio nacional en la Unión Soviética es actualmente de 240 rublos. Yarochenko ha asistido en Córdoba a la segunda Conferencia Internacional sobre un Nuevo Mundo, organizada por la Fundación Cultura y Progreso y el Ayuntamiento de la ciudad andaluza.La reforma fiscal tiene tanta importancia en la Unión Soviética como el reconocimiento legal de la propiedad privada, según explica Yarochenko. Son los dos pilares básicos que introducirán la auténtica transformación del Estado comunista, junto con el reconocimiento del pluralismo político. La reforma fiscal comprenderá un impuesto progresivo que dependerá del volumen de propiedad de cada cual, o al menos esto es lo que se pretende.
Actualmente existe un impuesto único y uniforme del 13%, que se aplica a la propiedad privada y a las rentas salar1ales. Como proyecto alternativo, Yarochenko ha propuesto una variedad impositiva, consistente en un gravamen mínimo, un impuesto igual para todo tipo de propiedad y un impuesto aplicable según el número de hijos. El cobro de los impuestos se haría una vez al año, y no mensualmente como ocurre en la actualidad, con lo cual, en cierta manera, se quiere acercar el sistema fiscal soviético al sistema occidental.
La privatización de la propiedad estatal (4,5 trillones de rublos), la reforma fiscal, los partidos políticos y la propiedad privada son asuntos a resolver. Para el diputado radical no hay alternativa posible. "Si los centristas, entre los que se encuentra el propio Gorbachov, no quieren hacerlo, se van a ver obligados a ello. En lo referente a la propiedad, sólo tienen dos opciones: o perder la propiedad o perder el poder. Yo creo que van a preferir perder lo primero". Yarochenko estima que es preciso quebrar el monopolio de la propiedad del Estado y enriquecer al pueblo. En el PCUS, la corriente radical (Plataforma Democrática) cuenta con el apoyo del 40% del partido, mientras el Comité Central actual sólo cuenta con el 25%, según Yarochenko.
Caras nuevas
Para el diputado, las cosas pueden cambiar de manera sustancial a partir del congreso de julio, que nombrará un nuevo Comité Central. "Yo espero que haya caras nuevas y que se constituya una mayoría de los que quieren introducir las reformas. En otro caso, habrá divisiones profundas en el partido".Los cambios radicales en la URSS, añade, vienen exigidos por la sociedad. Sin apoyo social, lo que está ocurriendo hoy en la Unión Soviética no hubiese tenido éxito. "Nadie ha regalado la perestroika al pueblo soviético, ni siquiera Gorbachov, quien, hay que reconocerlo, supo intuir el movimiento social y lo interpretó". Añade que en los últimos 70 años han sido violadas en la URSS todas las leyes objetivas, y los violadores eran los dirigentes políticos. "Los errores los han pagado los 250 millones de soviéticos".
Para Yarochenko, la URSS está sufriendo ahora el síndrome de la Europa del Este, "lo cual significa que el partido comunista que no logre reformarse pierde el poder".
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