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Empleados del Metro se sienten inseguros

Luz Sánchez-Mellado

Los trabajadores del Metro han pedido a la dirección de la compañía que les dote de material de seguridad personal para evitar agresiones después de que el pasado fin de semana resultara herido el jefe de la estación suburbana de Tribunal por intentar revisar el abono de transporte de un viajero. Según los empleados, sus condiciones de trabajo han empeorado sensiblemente desde el inicio de la huelga de los vigilantes del metro, que cumple hoy su 32-q jornada.

"No pedimos una metralleta, pero no estaría de más que nos dieran un chaleco antibalas o antinavajazos". Esta petición, incluida en un escrito oficial remitido por el jefe de la estación de metro de Tribunal dirigido al presidente de la compañía, resume la inquietud que reina entre los empleados del ferrocarril suburbano de Madrid desde el inicio de la huelga de los vigilantes de seguridad de las instalaciones, que ayer cumplió un mes. Desde entonces, y a pesar de las cifras oficiales de incidentes facilitadas por la dirección, que reflejan un sensible descenso de la inseguridad en la red de estaciones, los trabajadores temen el inicio de una jornada laboral "que sabes cuándo comienza pero nunca estás seguro de cuándo y cómo va a terminar", aseguran.Muchos de los jefes de estación de las paradas más conflictivas de la red, como Tribunal, Moncloa o Diego de León, caracterizadas por sus largos pasillos entre líneas y por una masiva afluencia de público joven y noctumo, han decidido realizar su trabajo a puerta cerrada. Llegadas las diez de la noche, estos empleados se encierran en su cabina del andén y no salen de este cubículo hasta que concluye su jornada laboral.

"La gota que ha colmado el vaso de nuestra paciencia ha sido la agresión sufrida por un empleado de la estación de Tribunal que resultó herido y se encuentra aún de baja laboral por tratar de pedir el billete a unos jóvenes el pasado fin de semana", afirma Pedro Villalón, responsable de una estación de la red. "Sin embargo, los insultos, amenazas e incluso agresiones fisicas son moneda corriente, antes y después del paro de los vigilantes, aunque es cierto que las condiciones de trabajo han empeorado desde el inicio de la huelga", añade Villalón, que se muestra partidario de un aumento en el número de guardas de seguridad del metro cuando se normalice el conflicto.

La dirección de la Compañía Metro de Madrid insiste en que las cifras de incidentes violentos en la red ha disminuido desde que comenzó el conflicto laboral de los guardas de seguridad, y que sólo se aprecia un cierto aumento de mendigos y vendedores ambulantes en las estaciones.

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Ana Tutor no Considera necesario sustituir a los huelguistas por policias

Viene de la página 1La delegada del Gobierno, Ana Tutor, manifestó ayer que no enviará policías al Metro para que sustituyan a los vigilantes en huelga "porque la vigilancia no se considera un servicio esencial", según un comunicado oficial. Desde la Delegación del Gobierno señalaron, además, que hay una comisaría de policía en la estación de Sol encargada únicamente de las incidencias que se produzcan en la red del Metro y que el índice de delincuencia no ha aumentado desde que comenzó la huelga de los vigilantes. En este punto insistía ayer la dirección de la compañía.

Mientras tanto, los huelguistas se reunieron ayer por primera vez con la dirección de su empresa desde que comenzó el conflicto y los empleados del Metro, que se sienten indefensos, han optado por inhibirse de intervenir cuando los viajeros incumplen el reglamento

"Yo paso de complicarme la vida; si veo a un macarra que se salta los torniquetes o que trata de forzar las máquinas expendedoras, me hago la sueca ya que, por llamarles la atención, han amenazado con armas a otros compañeros y yo no estoy aquí para jugarme la vida", afirma Encarnación Villaluenga, apostada en su taquilla de la estación de Tribunal.

La sensación de inseguridad se extiende también a los viajeros. "La intranquilidad con que vas siempre que viajas de noche se multiplica ahora cuando sabes que si te atracan o te agreden no te queda ni siquiera la posibilidad de que el jefe de estación avise a los vigilantes", explica Ana, una enfermera que debe utilizar el metro de madrugada para regresar a su casa en Canillejas.

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Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

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