La calma vuelve a Nigeria tras la fallida intentona golpista

Tanques y vehículos blindados militares siguieron ayer estacionados ante las sedes de la televisión y radio de Lagos, la capital de Nigeria, así como la residencia del jefe del Estado Mayor del Ejército de este país, el general Sani Abacha, que el pasado domingo fueron escenario del fallido intento de golpe de Estado realizado por un grupo de militares contra el jefe de Estado, el general Ibrahim Babangida. Dichas medidas de seguridad se prolongaron a lo largo de la jornada a pesar de que la capital reanudó ayer su habitual rutina sin que se produjera ningún incidente.El aeropuerto también funcionó ayer regularmente bajo el control de las Fuerzas Armadas que también impusieron una estrecha vigilancia a los accesos por carretera a Lagos y, de forma especial, a Dodan Barracks, la zona donde se halla situado el cuartel general y residencia del presidente nigeriano. Equipos de limpieza retiraron ayer los escombros provocados por los bombardeos de las tropas rebeldes.

Además, los restos mortales del coronel Usman Bello, ayudante de campo personal del general Babarigida, que resultó muerto en el ataque contra Dodan Barracks, fue trasladado ayer por avión a Minna, la capital del Estado de Níger, situado en el noroeste del país, donde había nacido.