Jordi Pujol destaca que la visita del Príncipe ha sido positiva para Cataluña, España y la Corona
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, manifestó ayer, al abandonar Barcelona el príncipe Felipe, que la visita de éste había sido "muy positiva para Cataluña, para España y para la Corona". "Los frutos se verán en los próximos años", comentó Pujol. Los nacionalistas catalanes, que se han comprometido de una manera pública con la Corona como nunca hasta la fecha, confían en que los gestos realizados durante los cuatro días que ha durado la visita les permitan recomponer sus relaciones con la Corona.
En medios nacionalistas se opina que, tras la visita del Príncipe, Pujol ha conseguido sacarse de encima las acusaciones vertidas contra él tras los abucheos que grupos nacionalistas dirigieron al Rey en el estadio Olímpico de Montjuïc, en septiembre pasado, y la posterior aprobación en el Parlament de una resolución sobre el derecho a la autodeterminación, que le situaron en una posición comprometida ante la Corona y le obligaron a pedir excusas ante la Zarzuela."Esperemos que no se dude al otro lado del Ebro de nuestra participación sincera en un proyecto común", dijo ayer un miembro del Gobierno catalán.
Pujol, por su parte, prefirió hablar ayer de entendimiento entre la Corona y Cataluña y aseguró que esta comunidad autónoma "ha dado un buen ejemplo a España de cómo hay que fortalecer lo que dura más que las circunstancias coyunturales".
La práctica totalidad de las fuerzas políticas catalanas coincidió con Pujol en enjuiciar de forma positiva la visita. El socialista Raimon Obiols elogió el contenido de los discursos; del Príncipe ya que, en su opinión, "reflejan la perspectiva dinámica del proceso del autogobierno catalán y de la autonomía".
En medios cercanos a la Casa Real era evidente la satisfacción por el desarrollo del viaje. En círculos gubernamentales se resaltaba la trascendencia histórica de la visita y la importancia de que Cataluña haya sido la primera comunidad que el Príncipe ha querido visitar. Felipe de Borbón abandonó Cataluña a última hora de la mañana, y dio así por terminado su primer viaje oficial a una comunidad autónoma, tras asistir a la Diada de Sant Jordi.
Unas 500 personas, convocadas por la organización independentista Catalunya Lliure, su manifestaron ayer tarde en Barcelona contra la visita del Príncipe. Unas 50 personas lanzaron piedras contra la policía que detuvo a seis personas.
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