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Gorbachov negocia con Estonia y Letonia

Pilar Bonet

El presidente Mijaíl Gorbachov mantuvo ayer conversaciones por separado con representantes de Estonia y Letonia y ofreció a ambas repúblicas la posibilidad de establecer unas relaciones de tipo confederal, mientras hacía oídos sordos a las peticiones de interlocutor de Lituania, que comenzaba a sufrir las consecuencias del corte de los suministros de petróleo y la reducción de los suministros de gas en un 8O%. Gorbachov tentó a una delegación letona -en la que se encontraban el presidente, Anatoli Gorbunov; el primer ministro, Viinis Bresis, y el jefe del Frente Popular, Dainis Ivans- con la oferta de un estatuto especial de tipo confederal para la república, si ésta no sigue la vía independentista emprendida por Lituania.

Según un portavoz del Frente Popular letón, Gorbachov presentó la disyuntiva de separarse de la URSS utilizando para ello la ley recientemente aprobada por el Soviet Supremo de la URSS -que prevé un complejo mecanismo- u obtener un estatuto especial en el marco de la URSS.El líder soviético, en compañía del jefe del Gobierno, Nikolai Rizhkov, y el miembro del Politburó Alexandr Yakovlev, se entrevistó más tarde con una delegación de Estonia en la que se encontraban el presidente de la república, Arnold Rutitel, y el primer ministro, Edgar Saavisar. Los, representantes moscovita insistieron en que Estonia anulara la decisión del Parlamento según la cual la Constitución de la URSS no tiene validez en territorio de Estonia, manifestó un portavoz de Estonia al servicio de noticias Interfax. Según este portavoz, Gorbachov subrayó que no habrá diálogo con Talin mientras no se anulen estas decisiones anticonstitucionales y aseguró a los estonianos que, una vez reexaminadas estas decisiones, será posible comenzar la discusión de una nueva situación en la relación de la república con la URSS. Como en el caso de Letonia, la confederación de Estonia en la URS S fue una variante discutida en la conversación. La confederación, una asociación de Estados soberanos para determinados fines, supone un modelo de integración más limitado que la federación, la variante que hasta ahora ha sido la postura oficial soviética.

Ante las gasolineras de Vilna se formaban ayer largas colas de automovilistas que recibían hasta 10 litros de combustible. En la refinería de Mazeikiai, la única existente en Lituania, la situación era catastrófica y sólo había reservas de petróleo para un día y medio. De las cuatro plantas de la refinería, sólo una continuaba operando.

Los suministros de petróleo fueron interrumpidos el miércoles, y los de gas, reducidos drásticamente ayer, según un comunicado oficial del Parlamento lituano. El gas dejó de fluir en tres de los cuatro conductos que llegan hasta Vilna. Se trata de los dos gasoductos que llegan desde Riga, en Letonia, y de otro que llega desde Minsk, en Bielorrusia. Sólo continuaba llegando gas a partir del gasoducto de Slónim, en Bielorrusia, según manifestó un portavoz del Soviet Supremo de Lituania. Este gasoducto suministra unos 3,5 millones de metros cúbicos diarios. El consumo total en condiciones normales es de unos 18 millones de metros cúbicos.

Lituania sólo produce un 3% de la energía que necesita. En 1989 consumió 16,2 toneladas de combustible, que en un 37% era gas natural y líquido, en un 47% petróleo y en un 9% carbón. El consumo de gas previsto para este año era de 7.000 metros cúbicos. La falta de gas amenaza con paralizar la fábrica de abonos Azotas, que también produce para la industria mobiliaria de la URSS.

Mientras tanto, la primera ministra lituana, Kazimiera Prunskiene, se encontraba en Noruega tratando de conseguir un acuerdo de suministro de gas y petróleo. La sustitución de las importaciones soviéticas por las de otros países plantea, aparte de problemas económicos y políticos, la cuestión del puerto de Klaipeda, el mayor de Lituania y un territorio sobre el que Moscú tiene pretensiones territoriales en caso de secesión lituana.

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El líder de la oposición parlamentaria, Yuri Afanásiev, ha abandonado el Partido Comunista de la URSS (PCUS) por "motivos ideológicos y morales". Afanásiev es copresidente del Grupo Interregional de diputados, rector del Instituto de Archivos Históricos y miembro de la dirección de Plataforma Democrática.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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