En busca de un superávit presupuestario
El equilibrio presupuestario es uno de los aspectos a los que el FMI dedica mayor atención en su informe junto a la necesidad de alcanzar un pacto sobre la competitividad. "El objetivo de eliminar el déficit presupuestario para 1992 debería considerarse como un mínimo", señala el informe, para afirmar a continuación que el objetivo real debería ser, en función de que la evolución económica puede ser menos favorable en los próximos años, alcanzar un "superávit presupuestario" en 1992 o, lo que es lo mismo, alcanzar antes el equilibrio.El Presupuesto de 1990 ofrece, según el FMI, "un mayor grado de contracción, fiscal que en 1989" y espera que las previsibles desviaciones en algunos capítulos del gasto público sean compensadas con un menor gasto en otros conceptos, pero no cabe esperar este año mayores ingresos de los previstos.
El FMI destaca que la reforma fiscal que se está estudiando en la actualidad representa el mejor marco para conseguir ese objetivo. El elemento básico de la reforma fiscal es que sea neutral desde el punto de vista de los ingresos, "dado que no es el momento para generar incrementos en la renta disponible". El FMI reconoce que la carga impositiva ha aumentado últimamente y que la "situación fiscal en la CE y el deseable incremento de los incentivos al trabajo y al ahorro limitan la posibilidad de aumentar los impuestos directos".
Así, sólo parece posible un incremento de la imposición indirecta. Pero el informe reconoce que ello podría provocar nuevas tensiones de precios y salarios "salvo que los sindicatos acepten excluir el incremento del IPC generado por esta vía de sus cláusulas de revisión salarial en el próximo año", En fuentes de Economía se señala que esta reducción del poder adquisitivo podría compensarse mediante una reducción equivalente en el impuesto sobre la renta.
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