Más de ocho meses secuestrado

El industrial español Pablo Martín Berrocal, de 55 años, fue secuestrado el 9 de agosto del año pasado en Quito (Ecuador), cuando regresaba de la plaza de toros de la capital ecuatoriana, de la que es empresario, al hotel donde se alojaba. Los secuestradores, seis individuos uniformados como policías y armados con metralletas, lo introdujeron en otro vehículo, mientras el chófer del empresario fue abandonado atado a un árbol en un parque. El empresario ha permanecido nueve meses privado de libertad.Pablo Martín Berrocal está casado con Blanca Paradela, con quien tiene una hija, y es copropietario con su hermano José Luis, también empresario taurino, de la compañía de transportes de viajeros La Sepulvedana, una de las más importantes de España. El empresario comenzó a viajar a Ecuador al comprar la plaza de toros de Quito al exmatador Luis Miguel Dominguín en 1988 por 175 millones de pesetas, y en la que organizaba sólo cinco o seis corridas por temporada.

El 14 de agosto el Gobierno español envió a un comisario de Policía y a un oficial de la Guardia Civil a Ecuador para que colaborasen en las gestiones tendentes a la liberación del secuestrado. En un primer momento, ante la falta de noticias de los secuestradores, la autoría fue atribuída a ETA y, posteriormente, a las organizaciones ecuatorianas Montoneros Patria Libre o Alfaro Vive.

Al margen de la policía

A fines de septiembre, fuentes de la Seguridad del Estado en España informaron que el grupo guerrillero colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN) era el autor del secuestro de Pablo Martín Berrocal y que había exigido 10 millones de dólares por su liberación.

La cantidad fue negociada en Colombia por intermediarios, mientras la familia de Pablo Martín Berrocal actuaba al margen de cualquier policía con el único propósito de que el desenlace del secuestro fuera positivo.

Las mismas fuentes revelaron en noviembre, que la familia del empresario había hecho llegar a sus captores una parte del rescate, tras recibir la prueba del ELN de que Martín Berrocal se encontraba vivo. Los informantes no descartaban que la familia hubiese negociado un segundo pago tras la liberación del secuestrado.

José Luis Martín Berrocal, hermano del secuestrado, manifestó el 1 de enero de este año su "total malestar" con las autoridades españolas y ecuatorianas "por su dejadez en la investigación de este caso y la falta de información a la familia". También aseguró que la esposa del secuestrado, Blanca Paradela, que permanece en Quito, tampoco era "muy explícita" en sus informaciones.