Folletín
Una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Logroño en abril de 1989, que condenó a dos años de cárcel a una esposa que lesionó gravemente a la amante de su marido con alevosía, atenuada por el arrebato, ofrece todos los ingredientes del relato forense que introduce innecesarios detalles morbosos y que parece dibujar más una ingenua fotonovela o un folletín.El magistrado ponente, P. M. V., de 60 años de edad, expone como un matrimonio contrató a M. E., de 21 años, para ayudar a las tareas domésticas y más tarde también como cajera del supermercado regentado por los dos cónyuges. "Ello dio ocasión a que, en su cotidiano trato personal, M. E. y el marido fueran sintiendo un mutuo atractivo sensual, iniciándose entre ambos unos escarceos eróticos, que fueron intensificándose progresivamente para abocar -llegado el otoño de 1987- a unas relaciones de plena intimidad sexual". Continúa el relato judicial explicando que las "más extremas efusiones se consumaban precisamente", se admira el magistrado, "en el domicilio que M. E. compartía con los cónyuges, aprovechando ( ... ) que, algunos días, la procesada salía a hora más temprana que la pareja ( ... ) propiciándose así, inconscientemente, la soledad adecuada para entregarse a sus carnales devaneos, que, incluso, desahogaban en el mismo lecho conyugal (...)".
Sospecha densa
Relata la sala que la sospecha "fue adensándose paulatinamente" en el ánimo de la esposa, "incapaz de sustraerse a su arraigada implantación psíquica, por más que ( ... ) siguiera aferrándose a la posibilidad de una definitiva falsía de sus sospechas, en ambivalente tesitura". La procesada "planteó abiertamente la cuestión" a los amantes, quienes se la negaron, a pesar de lo cual obtuvo otras informaciones que le produjeron "honda conmoción" y "canalizaron su psiquismo".
Fue entonces cuando la atribulada esposa hizo bajar al sótano del supermercado a la amante, quien reconoció su relación, "ufanándose de ello, en engallada actitud de fémina victoriosa sobre una rival". La sentencia se detiene en detalles tales como la "desgarrada revelación" de que yacía en el lecho cuando "aún conservaba el calor del cuerpo" de la esposa o que daba al marido 1o que la esposa no le daba en el juego sexual, pues se le entregaba sin remilgos, y lo mismo por delante que por detrás".
Estas "obscenas matizaciones de su antagonista" sirvieron para aplicar la atenuante de arrebato a la acusada, que utilizó un cuchillo y una pistola simulada para paralizar a la joven, tumbarle en el suelo, atarle las manos y los pies, cortarle el cabello y aplicarle una plancha eléctrica en el bajo vientre, las nalgas y los dos lados del rostro". La alevosía de estas acciones no impidió a la sala rebajar la pena ante el "arrebato" de la esposa, "potenciado, además, por la desgarrada y provocativa actitud de la propia víctima, al revelar, con descarnados y obscenos detalles", explica la sala, la relación ( ... ) con el marido ( ... ) ". Fin.
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