Los no fumadores presentan más de 100 denuncias por imcumplimiento de la norma antitabaco
La Coordinadora para el Análisis sobre el Tabaquismo y la Salud (CATS), asociación nacional constituida en Barcelona para la protección de los no fumadores, ha presentado en menos de un ano más de 100 denuncias en distintos organismos públicos por incumplimientos del real decreto sobre Limitación en la Venta y Uso de Tabaco de marzo de 1988 y la ley de Prevención y Asistencia en Materia de Sustancias que pueden generar Dependencia, vigente en Cataluña desde 1985. Ambas normativas prohiben fumar en oficinas y obligan a reservar zonas para no fumadores en los medios de transporte y otros servicios públicos, pero son incumplidas por quienes, según la asociación, deberían velar por su cumplimiento.
La falta de celo de los propios organismos públicos y la falta de medios de inspección facilitan el incumplimiento de la ley, según Andrés Rubio, portavoz de la asociación. Una de las empresas denunciadas ha sido precisamente la compañía Renfe. "A la hora de adquirir el billete, los viajeros pueden optar por un asiento de no fumadores. Pero este requisito es una pura formalidad en muchas ocasiones, ya que con frecuencia ni el asiento ni el vagón son de no fumadores. Otras veces el asiento es de no fumadores pero dentro de un vagon de fumadores, con lo que en la práctica, tampoco en este caso se protege la salud del no fumador", afirma Felipe Pelayo, miembro también de la entidad.Reticentes
A veces, los más reticentes son precismente los responsables del cumplimiento de la normativa. En la oficina de atención al viajero que Renfe tiene en la estación de Sants había tres señales que advertían de la prohibición de fumar. La asociación protestó porque, a pesar de estar prohibido y correctamente señalizado, el propio responsable de la oficina estaba fumando. Al poco tiempo, las señales de prohibición habían sido arrancadas. "Por lo que se ve, es más fácil quitar las señales que obligar a cumplir la ley. Todavía no hemos conseguido que Renfe se atenga a la ley, a pesar de nuestra insistencia".
La mayoría de las empresas de transporte público respetan la ley y los conductores no fuman. Transportes de Barcelona, la empresa que gestiona los autobuses municipales, ha reaccionado siempre con celeridad para obligar a sus conductores a cumplir la ley en los pocos casos de denuncias que ha tenido esta compañía. Pero hay algunas excepciones entre las empresas de transporte discrecional especialmente reincidentes. En 53 ocasiones ha tenido que presentar denuncia la asociación contra una empresa para conseguir que los empleados cumplan la ley.
"No se dan cuenta de que cuando alguien protesta, es porque lo está pasando mal con el humo del tabaco. Desde luego, quien se queja no lo hace por gusto. Hace poco hice un viaje de ocho horas en tren y tuve que pasar la mayor parte del tiempo en el pasillo", añade Felipe Pelayo.
Tráfico no contesta
El portavoz de la asociación se queja de que las autoridades de Tráfico ni siquiera han contestado a sus escritos sobre el incumplimiento de la normativa.
Seis ambulatorios de la Seguridad Social de Barcelona han sido también denunciados por la asociación ante las autoridades sanitarias por permitir que el personal, y en algunos casos los propios médicos, fumen en presencia de los pacientes.
Y la prohibición de vender tabaco a los menores de 16 años es sistemáticamente incumplida en muchos bares, en algunos casos con publicidad manifiesta: tres establecimientos situados en las calles San Fructuoso, Cruz Cubierta y Avenida Mistras del Barcelona tienen las máquinas de expender tabaco en plena calle, a pesar de estar rigurosamente prohibido por la normativa. "En general", afirma Felipe Pelayo, "la reacción ante las denuncias es más positiva en el resto de España que en Cataluña. Por ejemplo, las reclamaciones que presentamos ante el Patronato de la Alhambra de Granada y ante las oficinas de Turismo de esta ciudad y de Sevilla fueron rápida y satisfactoriamente atendidas".
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