14 muertos en Colombia por un coche bomba

El narcoterrorismo regresó a Colombia. La explosión de un coche bomba ayer en Medellín dejó un saldo de 14 muertos y más de 100 heridos, 22 de ellos de gravedad. El atentado estaba dirigido contra un vehículo de la policía que transitaba por la concurrida autopista entre esa ciudad e Itagüí. El coche bomba fue accionado justo al paso de un camión militar en el que viajaban 30 agentes, un oficial y un suboficial de la policía.

Entre las víctimas figuran ocho uniformados y 12 más se encuentran en estado grave. Según informó a EL PAÍS una fuente oficial, los policías, pertenecientes a escuadrones especializados en la lucha contra el narcotráfico, regresaban a Medellín luego de cumplir labores en un retén móvil en una población cercana."Yo viajaba con mi padre en un autobús que iba repleto. De pronto sentí que todo volaba y ví mucha gente herida", dijo a una emisora de radio un niño de ocho años, pasajero de uno de los autobuses que transitaban por el lugar a la hora de la explosión.

El atentado ocurrió a las 13.30 horas [hora local], en un sector industrial a las afueras de Medellín. Las pérdidas materiales, según las primeras cifras, ascendienden a los 50 millones de pesos [unos 12 millones de pesetas]. Más de 13 vehículos que estaban aparcados en el lugar resultaron completamente destrozados, al igual que varios locales comerciales. Las primeras investigaciones indican que un jeep Toyota estacionado en el otro sentido fue el utilizado para colocar los 200 kilos de dinamita.

Desde la semana pasada el cártel de Medellín, la más poderosa organización del mundo en el tráfico de cocaína, le declaró la guerra a la Policía. En 10 días han sido asesinados 18 uniformados. En un último comunicado expedido hace ocho días los llamados extraditables habían anunciado el fin del asesinado indiscriminado contra la Policía y anunciaban la ejecución de los policías torturadores.

Recompensas de Escobar

Según los jefes de la droga, el cuerpo elite de la Policía y la Policía Judicial (DIJIN) han detenido, torturado y ejecutado a muchos de sus compañeros. Según fuentes oficiales Pablo Escobar, el jefe del cártel de Medellín, ofrece dos millones de pesos (unas 450.000 pesetas) por cada policía asesinado y 50 millones si la víctima es del cuerpo elite.El atentado de ayer coincide con la designación de un jefe militar en la población de Envigado, 10 kilómetros al sur de Medellín. Envigado es señalada como un fortín de Pablo Escobar.

Hasta altas horas de ayer, en Medellín, se reunió un consejo extraordinario de seguridad. Nadie sabe qué hacer con esta nueva ola de terror que se apoderó de la segunda ciudad del país. En los últimos 10 días, además de los 18 policías asesinados y del coche-bomba de ayer, se han dado siete masacres indiscriminadas de población civil que han dejado más de 30 víctimas. La mayoría de esas personas, que han sido acribilladas en sitios de diversión nocturnas, en barrios nordorientales, eran jóvenes menores de 25 años. También en Medellín fue secuestrado y liberado la semana pasada, por los extraditables, el senador liberal Federido Estrada Vélez.

Este resurgimiento del terrorismo se da cuando en el país se vivía un clima de aparente calma. Todos los candidatos a la presidencia de la República (las elecciones serán el próximo 27 de mayo) se han mostrado partidarios de la eliminación de la extradición. El conservador Álvaro Gómez, planteó que el camino para acabar con los problemas generados por el narcotráfico es legalizar su comercio.