En un bar lituano
La historia es así: junto a la barra de un bar, un señor adulto y musculoso intenta quitarle su refresco a un niño menudo y débil, el niño se resiste y el señor le aplica un soberano puñetazo que manda al niño a tierra. A pesar de esto, el niño se pone presto de pie y se aferra a su refresco; segundo puñetazo y nueva caída del infante, esta vez con el refresco entre sus manos.Puesto de pie por segunda vez, está a punto de recibir el tercer castañazo cuando otro señor, también adulto y musculoso, se acerca a la escena y le espeta al otro señor: "¡Atrévase a pegarle de nuevo a este niño!"; el primer señor, sin dudar, aplica su tercer puñetazo al niño ya sangrante, el segundo señor acerca su rostro al rostro del agresor hasta casi tocarlo y grita "¡repita eso!", y el agresor repite con un soberbio cross que hace caer dos dientes blanquísimos de la boca sangrante del niño, que sigue sin soltar su refresco; el segundo señor, incrédulo, pasea su vista por todo el bar como diciendo "¡ustedes han visto, yo le previne, pero ha seguido pegando al niño!", y luego, gritando al adulto brutal: "¡Hágalo una vez más si se atreve!", y el otro se atreve: el preciso golpe deja al niño definitivamente en tierra, abrazado a su refresco y con la mirada acuosa. Entonces el segundo señor se agacha, toma la cabeza del niño entre sus manos, y le dice: "Va a ser mejor que le des tu refresco al señor, si no es capaz de matarte". Fin de la historia.
La escena, de querer representarse, debería ser montada en un lugar adecuado, por ejemplo, cualquier bar lituano, a no ser que la excesiva presencia de soldados rusos no deje el espacio requerido. De ser así, se puede intentar en algún bar de Panamá, aunque quizá también allí...-
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