El cabo acusado de maltratar a un recluta que murió cree normal insultar a un inferior
El cabo primero José Manuel Jiménez, de 22 años de edad, llamaba "maricas" de forma habitual a los reclutas que estaban a sus órdenes, pero sin salirse "del trato normal" según sus palabras. El cabo está siendo juzgado en Valencia por un tribunal militar, acusado de varios delitos, como malos tratos, abuso de autoridad e imprudencia temeraria con resultado de muerte. El recluta Francisco Fernández, de 19 años, murió en octubre de 1988 tras ser sometido a duros ejercicios físicos a las órdenes de José Manuel Jiménez.
A preguntas del fiscal militar, Heliodoro García, y del acusador particular, José María Merlos, el cabo procesado admitió insultar habitualmente a los reclutas que estaban a sus órdenes en el acuartelamiento de Paterna (Valencia). No obstante, calificó la situación de "normal" y "no especialmente conflictiva". El acusado negó haberse ensañado con Francisco Fernández.El fiscal considera, sin embargo, que el recluta fallecido no gozaba de buenas condiciones físicas debido a su obesidad. Esto provocó las iras del cabo, quien llegó a amenazarlo, zarandearlo y golpearlo. El día 1 de septiembre de 1988, un día de gran calor y humedad en Valencia, después de un duro ejercicio físico, Francisco Fernández se encontró mal. A pesar de sus mareos, ganas de vomitar y náuseas, Jiménez no lo llevó al botiquín, sino que le puso la cabeza bajo el grifo y lo dejó abandonado dentro de unos servicios, según el fiscal. El recluta llegó incluso a delirar.
Más tarde fue encontrado por un soldado temblando encima de una cama y semiinconsciente. Sólo entonces fue trasladado a un hospital, donde llegó en coma y murió al día siguiente. Los médicos diagnosticaron muerte por parada cardio-respiratoria a causa. de un "golpe de calor".
Nexo causal
El fiscal pide seis años de prisión para el cabo, mientras la acusación solicita 20 años de cárcel. El defensor, Daniel Rodrigo, reclama la absolución, al entender que no existe nexo causal entre el comportamiento de su cliente y la muerte. El defensor estima que, en todo caso, pudo existir una falta disciplinaria. El abogado de Estado cree que hubo una falta simple, pero solicita la absolución. Si el cabo es condenado, el Estado deberá indemnizar a los familiares de la víctima. El fiscal pide 12 millones y la acusación reclama 20.Los médicos forenses que ayer intervinieron señalaron que el tiempo transcurrido entre la detección de los primeros síntomas y el traslado al hospital, alrededor de una hora, fue fatal en el desenlace. Los facultativos señalaron que el recluta presentaba los síntomas de un golpe de calor y reconocieron que es muy dificil distinguir en un primer momento esta enfermedad de una lipotimia, pero el prolongado tiempo que se mantuvieron los síntomas y el progresivo agravamiento debían haber provocado una actuación rápida de asistencia.
El juicio continuará hoy, martes, en el Tribunal Militar Territorial Primero, que está presidido por el coronel auditor Ramos. Entre los testigos citados para esta vista oral, se encuentran muchos compañeros del recluta fallecido. Asimismo, está prevista la declaración de los tres mandos de la unidad en la que se produjeron los hechos. Estos mandos fueron destituidos de sus cargos, tras publicarse el procesamiento del cabo en la Prensa. En un primer momento, la Capitanía de Valencia emitió un comunicado negando malos tratos.
El militar que actúa como relator del proceso leyó parte de sumario, que señala: "Lo publicado por los periódicos ha de tener una respuesta jurídica con forme con la ley". La frase hace referencia a la publicación de la noticia de la muerte del recluta.
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