Nuevas diligencias sobre la desaparición de cocaína incautada por la policía

El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián, Santiago Pedraz, ha abierto diligencias para esclarecer una serie de datos en relación a un alijo de drogas incautado en Irún en mayo de 1988 por agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Tanto en el juicio celebrado en octubre del pasado año como en este periódico, se denunció que existía una diferencia de 150 kilogramos entre la primera cantidad de cocaína que se anunció que se había incautado, y la que finalmente apareció.

El fiscal jefe de la Audiencia donostiarra, Luis Navajas, abrió unas investigaciones informativas para determinar si la citada cantidad había desaparecido y esclarecer aquellos aspectos que parecían poco claros. Navajas indicó ayer que en las investigaciones realizadas por la fiscalía no se había podido determinar si había desaparecido la droga o no y que ésta hubiese sido sustraida por agentes policiales. Sin embargo, lo que sí ha aparecido, según señaló, han sido datos que "me obligan a soficitar la apertura judicial del caso para poder aclararlo".

Ni el fiscal, Luis Navajas, ni el juez instructor, Santiago Pedraz, quisieron desvelar aquellos aspectos de la investigación que han quedado sin esclarecer tras la celebración del juicio. Durante la próxima semana el juez Pedraz tiene previsto citar a declarar a alguna de las personas que estuvieron implicadas en el proceso de incautación de la droga.

Los 150 kilogramos de cocaína de gran pureza que podrían haber desaparecido se habrían valorado en el mercado en 3.000 millones de pesetas. El pesado de las 55 cajas aprehendidas dio un resultado de 993 kilos en bruto, según consta en la inspección ocular. Pero 48 horas después el pesaje oficial de la droga que la policía había incautado en Irún daba como resultado 150 kilogramos menos de los anunciados.