Iñaki Gabilondo: "Se ha reconocido la voluntad de juego limpio del equipo"
"A mí, que soy un aspirante a observador y espectador y muy lector de Ortega, me hace mucha ilusión recibir un premio que lleve su nombre", decía Iñaki Gabilondo, refugiado en un estudio de grabación de la Cadena SER, porque, él, que tantos despachos ha tenido, no posee ahora ninguno.Pocos minutos antes, había concluído Hoy por hoy: "Nada más, señores, hasta el lunes. Que puedan leer, ir al cine, dedicarse a la introspección y a perder el tiempo". Iñaki Gabilondo parecía tener más brazos y piernas, moviéndose en vaivén hacia la mesa; más ojos, que bailaban rápidos entre el papel con el guión, el cristal tras el que se movían seis personas -parte de su equipo, gobernando la parte técnica del asunto- y sus dos acompañantes en el estudio: el portavoz del oyente, José Luis Velasco, y la psicóloga María Ángeles Juez. Las separaciones de las parejas eran el motivo de debate de la última media hora.
Durante tres horas y media -de nueve a 12.30-, el programa había sido un especie de nervioso torrente del que surgió la voz de la madre de Bernardo Jaramillo, el líder colombiano asesinado días atrás, proclamando su perdón personal para el matarife de su hijo, aunque reclamando público castigo; la inmensa Norma Duval, los nuevos inventos y la fusión fría, o la entrada de Montserrat, la pequeña infectada del virus del SIDA en un colegio de Málaga. Además de la peculiar revista de prensa de Lo que yo te diga. "¿Pero cómo nos vamos a aburrir así?", se preguntaba Gabilondo después.
A la calle
El torrente surgía alrededor de la siete de la mañana, cuando el equipo decidió, bajo el mandato de la actualidad, lo que difundirían las ondas. La nueva etapa de Hoy por hoy, iniciada el pasado mes de octubre, se basa, para el subdirector del programa, José María Alfageme, en los hechos noticiosos y en la salida de Gabilondo, para emitir el programa desde Chile, en las elecciones, o desde Málaga -el último viaje- para cubrir el conflicto de los pescadores. "Se tiene más en cuenta al oyente, no tanto como destinatario, sino como creador de la noticia", dice el portavoz. Y así, Hoy por hoy destina tres personas a atender las quejas y opiniones que se desgranan a a lo largo de la mañana y dos más, Elvira Cordero e Isaías de la Fuente, a inundarse en el tema más interesante que procure la actualidad. Mariano de la Banda, el veterano realizador, vela para todo cuadre, Eva Cuesta es el comodín del equipo y la agenda de Paloma Quintanilla, la productora, que se siente orgullosísma de que se reconozca Hoy por hoy, "el pilar del programa", según dicen sus companeros. Así, hasta 14 personas. Y colaboradores diversísimos, como Antonio Alvarez Solis, Joan Barril, Manuel Toharia, Ramón Sánchez Ocaña y Doña María, una ficticia maruja. Nueve patrocinadores fijos llenan el programa de publicidad.Por lo demás, Gabilondo, de 47 años, directivo en radio y televisión muchas veces, añora la calle , porque, asegura, "me da miedo acabar siendo un versionador de la vida". "Hay que regresar a la realidad para no creer que el estudio es el altar donde se oficia la vida". ¿Y el premio? Entiende que el jurado ha reconocido "la voluntad de juego limpio, obsesión del equipo", y el apasionamiento en favor del progresismo. El periodista más escuchado en la radio española cree, que "en un momento en que se considera que el profesional que se moja es el que se sienta cada mañana en una camilla a oficiar de juez sobre la vida y la muerte" en Hoy por hoy, "no está tan claro lo que está bien y lo que está mal". El programa pretende ser "una oferta sencilla que llegue a través- de caminos gratos", en la que la música -imprescindible para Gabilondo- pretende dar digeribilidad.
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