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Berlusconi pierde un asalto decisivo en su guerra por el control de Mondadori

Juan Arias

Silvio Berlusconi ha perdido momentáneamente el control de Mondadori gracias a una decisión de urgencia tomada por el instructor del Tribunal de Milán, Giuseppe Castellini, quien ha decidido suspender el acto sindicado de AMEF, la financiera que controla Mondadori.

Carlo de Benedetti, el contrincante de Berlusconi en la dura batalla por el control de Mondadori, el mayor grupo editorial italiano y uno de los más prestigiosos de Europa, ha ganado una batalla en la guerra, que según el diario La Repubblica, "se había reducido durante semanas a luchas de trinchera"'.La decisión tomada por sorpresa del juez de Milán, supone para el grupo que controla De Benedetti, cercano a Eugenlo Scalfari, directorde La Repubblica, la primera respuesta positiva de los tribunales a las tres peticiones que había hecho la CIR, la financiera de De Benedetti; la disolución del pacto sindicado que deja de nuevo las manos libres a De Benedetti para poder controlar la mayoría dela asamblea extraordinaria, cosa que le acaba de ser concedi.da.

Queda ahora pendiente la posibilidad de aumentar el capital en la asamblea extraordinaria convocada para el 23 de abril próximo. Si De Benedetti consigue el visto bueno para aumentar el capital, recuperaría otra vez el control de la ma, oría del grupo Mondadori. Para que este control sea definitivo, los jueces deben sancionar el contrato estipulado con la familia Formenton, por la que se comprometía a vender sus acciones a De Benedetti.

Control definitivo

La disputa se originó precisamente cuando dicho contrato fue invalidado urillateralmente por los Formenton para aliarse con sus antiguos enemigos de Mondadori y crear con Berlusconi, una nueva mayoría que dejaba en minoría a De Benedetti.Ahora, sin embargo, mientras sigue la guerra judicial, el punto que ayer se ha apuntado De Benedetti ha hecho ser más prudente a Berlusconi. Fedele Confalonieri, el brazo derecho del rey de la televisión privada, admitió ayer por vez primera, sin la arrogan cia de otras veces, que "a nadie le interesa apretar la soga" y, que lo que ahora conviene a todos es "poder negociar".

La solución pactada podría ser la siguiente: que el diario La Repubblica, el semanario L'Espresso y los diarios regionales pasen a ser controlados por De Benedetti, aunque Berlusconi, mantenga una participación no superior al 40% de las acciones. Una solución así sería aceptada por Sealfari, que continuaría al frente del mayor diario del país y cesaría de amenazar con la fundación de un nuevo diario que, lógicamente, acabaría haciendo la guerra a Repubblica.

De esta manera Berlusconi tendría resuelto el problema que puede plantearle la nueva ley antitrust -aprobada ya por el Senado y sometida a su estudio por el Parlamento- según la cual para poder seguir con sus tres televisiones, tendrá que renunciar de cualquier modo a una parte de la información escrita que hoy con trola, como los diarios Il Giornale de Montanelli y La Repubblica, y los semanarios de información L'Espresso, Panorama y Epoca.

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