Espert vuelve al escenario

Nuria Espert prepara su regreso al escenario, tras un período de casi cinco años en que se ha dedicado a la dirección teatral y de ópera. Lo hará con una obra, Maquillaje, del japonés Hisashi Inoue, que se estrenará el 16 de mayo en el Centre Dramátic de la Generalitat Valenciana, bajo la dirección de Koichi Kimura. Espert calificó ayer el montaje, cuyo argumento se centra en el monólogo de una actriz y directora de un grupo de teatro popular japonés, como uno de los trabajos más difíciles de su carrera.

Volver a los escenarios tras un período de ausencia que considera demasiado largo y utilizar todo su prestigio para hacer algo que nadie se puede permitir son dos de las razones que han conducido a Nuria Espert, de 55 años, a emprender esta coproducción de su propia companía con el Centre Dramátic valenciano. "Se trata de una aventura arriesgada", explicó la actriz. "Si este espectáculo no gusta, de todas maneras será una de las cosas más hermosas que habré hecho. Me juego toda mi carrera porque voy a hacer algo en lo que puedo estar patética y ridícula".Una vieja actriz en un viejo teatro que va a ser demolido es la protagonista de Maquillaje obra que Espert descubrió hace dos años en Tokio, que la hizo Ilorar a mares" la primera vez que la leyó y que ha sido adaptada al castellano, desde la versión francesa, por Armando Moreno.

Núria Espert ensayó durante tres semanas en Japón con el director del montaje, Koichi Kimura, "en medio de un enorme desánimo" que, según confesó, la hizo caer en una depresión por la que guardó cama durante 15 días. Las facilidades ofrecidas por Antoni Tordera, director del Centre Dramátic de Valencia, decidieron Finalmente a la actriz a retomar el proyecto, que ahora se hará realidad.

"Sabía que sería un error no volver al escenario como actriz", confesó Espert, que se ha propuesto extraer de Maquillaje "toda la savia antigua y vanguardista que contiene".

Ambición y riesgo

La actriz definió la obra como "un trabajo pequeño en dimensiones, pero grande en ambición y en riesgo". Lo que Espert describió como "una pobre tipa desesperada y fracasada", una mujer que actúa, dirige y encabeza una modesta compañía de teatro de masas japonés, es la protagonista de esta pieza de uno de los más conocidos autores nipones actuales.Poder disponer de un pequeño y cómodo teatro como la sala Rialto, del Centre Dramàtic de Valencia, ha sido un elemento decisivo para que Núria Espert decidiera preparar este montaje, basado en un texto que ella misma califica como "de una dureza extaordinaria".

"Nunca como en esta obra, la palabra intérprete ha tenido tanta justificación", añadió Espert, que destacó las dificultades de conectar al público occidental con las claves culturales de Japón.