La banda dispone de un único comando, itinerante y muy activo
JOSÉ YOLDILos Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) disponen en la actualidad de un único comando de acción, dirigido por Laureano Ortega Ortega y que está integrado por otras seis personas que viajan constantemente por toda España. Aunque a primera vista pudiera parecer que la capacidad operativa de este grupo terrorista es muy reducida, fuentes policiales que conocen el funcionamiento de la banda consideran que pueden hacer mucho daño, ya que disponen de armas suficientes y mucho dinero que obtuvieron en los dos últimos atracos a entidades bancarias.
De hecho en los últimos cuatro meses, el grupo ha asesinado a cuatro personas en Prat de Llobregat (Barcelona), Gijón (Oviedo) y Zaragoza.El comando itinerante, que empezó siendo el comando Coruña, está formado por Laureano Ortega, alias Luis y José, que es el jefe indiscutible de los grapos que están en libertad, Encarnación León Lara, María Jesús Romero Vega, Fernando Silva Sande, Isabel Santamaría del Pino, Pedro Luis Cuadrado Delabat y otro hombre, al que la policía no tiene identificado y que se conoce con el apodo de Jordi.Precisamente, las sospechas de la autoría del último asesinato se centran en María Jesús Romero, que fue identificada por los testigos, y este Jordi del que no se dispone fotografía ni otra identidad.
Los GRAPO, según las citadas fuentes policiales, son individuos muy austeros que pueden vivir con 15.000 pesetas al mes, y en el atraco perpetrado en julio de 1989 en el Banco Central de Castellón consiguieron un botín de 140 millones de pesetas, por lo que en la actualidad disponen de efectivo abundante para realizar viajes y utilizarlo en sus fines terroristas. El otro problema que suele tener el grupo es el abastecimiento de armas y explosivos.
Armas y explosivos
Los GRAPO no han dispuesto casi nunca de explosivos y los mecanismos de detonación eran confeccionados por Juan Manuel Pérez Hernández, el único experto en electrónica y comunicaciones que tenía la banda hasta que fue detenido. En la actualidad, aunque la policía carece de datos recientes, se estima que los terroristas en libertad no tienen explosivos, y que, en el caso de que los tuvieran, la confección de artefactos sería muy rudimentaria.
El abastecimiento de armas también era costoso para los grapos. Los miembros del grupo solían incautarse de las pistolas de los miembros de las fuerzas de seguridad contra los que atentaban. A pesar de esto, en medios policiales se cree que los grapos en libertad tienen armas suficientes como para seguir asesinando y hacer mucho daño.El funcionamiento del grupo es muy simple. Viajar constantemente y realizar atentados de escaso riesgo personal, como por ejemplo el asesinato del médico José Ramón Muñoz, que no disponía de protección alguna, o los de agentes de seguridad encargados de la protección de edificios, como los de la Delegación de Hacienda de Gijón, o las oficinas del DNI, en Madrid.
Laureano Ortega, de 31 años, natural de Santurce (Vizcaya), está considerado como el cerebro operativo de la reconstrucción de los GRAPO, grupo que estaba prácticamente desarticulado en enero de 1985, aunque el jefe político sigue siendo Manuel Pérez Martínez, camarada Arenas, que dirige la organización desde Francia.
Ortega ha sido detenido en dos ocasiones por su relación con la banda, una en 1981 y la otra en enero de 1985. Fue puesto en libertad el 13 de mayo de 1987 y pasó a ser el jefe del grupo. Ha sido identificado como autor de varios asesinatos entre los que figuran los del ex presidente de Caixa Galicia, varios miembros del Ejército y las fuerzas de seguridad en Madrid, Santiago de Compostela, Valencia, Barcelona y Gijón.
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