Arabia Saudí y Kuwait justifican la ejecución del periodista Bazoft

"Irak no ha hecho más que ejercer su derecho legítimo para proteger su soberanía y preservar su seguridad y su estabilidad", declaró ayer el ministro kuwaití de Información, jeque Yaber Mubarak al Sabaj, que se mostró sorprendido por la amplitud de la campaña antiiraquí tras la ejecución del periodista Farzad Bazoft. Igual actitud de solidaridad ha sido adoptada por las autoridades saudíes, de acuerdo con un comunicado hecho público el domingo al término de la visita al reino del presidente iraquí, Sadam Husein. También se unió a ellos Bahrain.

Se trata de las primeras reacciones oficiales de los vecinos de Irak en el golfo Pérsico y del mundo árabe en general desde que hace seis días Bagdad anunciara la rápida aplicación de la condena a muerte contra el periodista. La declaración saudí, difundida por la agencia oficial, S PA, manifiesta que el Gobierno iraquí les ha asegurado que Bazoft se reconoció culpable de haber espiado para los servicios secretos israelíes y fue juzgado de acuerdo con la Convención de Viena".

El malogrado periodista, de origen iraní, trabajaba en el momento de su detención para el semanario británico The Observer y se había trasladado a Irak con documentación británica. El pasado Fin de semana, el secretario del Foreign Office, Douglas Hurd, agradeció en Omán a los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, integrado por Arabia Saudí, Kuwait, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Omán) su mediación para salvar la vida de Bazoft.

En Egipto, uno de los países más abiertos del mundo árabe, no ha habido reacciones oficiales a la ejecución, pero algunos comentaristas se han alineado con la versión iraquí.