PEBSA suspenderá pagos a causa de un ejecutivo de la Caja de Ahorros de Vigo

Pesquerías Españolas del Bacalao (PEBSA) ha decidido iniciar todos los procesos para preisentar suspensión de pagos tras romper la Caja de Ahorros Municipal de Vigo las conversaciones para alcanzar un acuerdo y presentar un ejecutivo por valor de 500 millones de pesetas. Esta situación fue dada a conocer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que decidió suspender la cotización oficial en las bolsas españolas.La empresa pesquera, ligada al grupo Pleamar, comenzó a tener dificultades de tesorería a partir de finales del pasado año, después de comprobar la evolución del ejercicio. Ante ello, inició conversaciones con la totalidad de sus acreedores y, simultáneamente, buscó apoyo en la Administración. El desarrollo de las negociaciones con los acreedores fue positivo, según fuentes de la empresa, consiguiendo refinanciar sin interés el pasivo vencido con todos; pero el posible acuerdo quedó roto por la actitud de la Caja Municipal de Vigo.

En estos momentos, según las fuentes consultadas, se está tratando de lograr un viraje en esa postura de la caja gallega para que asuma unas condiciones generales. No obstante, parece que existen pocas posibilidades para el cambio. La posible suspensión de pagos de PEBSA, empresa líder de su sector, ha encendido la alarma entre las otras empresas y en la propia Administración, que en los últimos meses ha recibido presiones para otorgar ayudas y evitar males mayores.

Reparto del riesgo

El riesgo que tiene esta caja con PEBSA asciende a algo más de 500 millones de pesetas, lo que supone alrededor del 5% del pasivo total de la compañía. De la cantidad total de 10.000 millones, un 90% está repartido entre más de una decena de instituciones financieras, estando el resto bastante atomizado. Los activos de la sociedad suman 17.000 millones y, en su mayor parte, están constituidos por bienes de inmovilizado. Esta cifra fue el resultado de la evaluación realizada por un tasador externo con motivo de la fusión con SAPIG en 1988.

Precisamente, la fusión con, SAPIG, hecha mediante absorción por parte de PEBSA, se hizo en un momento de crecimiento y buenas perspectivas de la actividad pesquera en la que se centra la empresa gallega, primera en su sector en España. Sin embargo, durante el ejercicio de 1989 esa actividad entró en una profunda crisis debido, básicamente, al aumento de las cuotas y reducción en un 40% de las licencias en los caladeros tradicionales. Un reflejo fue la caída de los beneficios en más de 500 millones hasta situarse en torno a 130 millones.

Estas dos circunstancias se agravan con el aumento de la flota congeladora española, la retirada del mercado del congelado de mayoristas, la importación de especies de otros países que hacen competencia directa a los productos de PEBSA (calamar, merluza y bacalao), y la disminución de ventas en países tradicionalmente compradore

s.