Collor, primer presidente electo de Brasil en 30 años

Fernando Collor de Melo, un populista de derecha de 40 años, asume hoy la presidencia de Brasil en la primera toma de posesión de un presidente elegido de forma democrática y directa por el pueblo tras casi 30 años. El nuevo presidente llega al poder con un largo cierre bancario y en medio de la incertidumbre sobre las medidas económicas, que se anunciarán mañana, para sacar al país de la crisis económica signada por una inflación mensual del 80%.

La última toma de posesión de un presidente democrático se remonta en Brasil al 31 enero de 1961. Entonces subió al poder Janio Quadros, que renunció a los ocho meses. A Quadros le sucedió el vicepresidente Joáo Goulart, derrocado por un golpe militar en 1964, al que siguió una dictadura militar, hasta la elección por un Colegio Electoral, en 1985, de Tancredo Neves, que murió sin llegar a gobernar.

Al popular Tancredo le sucedió el vicepresidente José Sarney, que ahora entrega el poder a Collor y se retira a su Estado natal de Marañón entre la indiferencia y las críticas feroces a una gestión que llevó la inflación de Brasil a la astronómica cifra de 1.850.000%, acumulada durante su mandato.

En los cinco años de presidencia de Sarney llegaron a circular tres monedas diferentes: el cruceiro, el cruzado y el nuevo cruzado.

Al cruceiro y al cruzado les quitaron tres ceros, pero la moneda actual, el nuevo cruzado, ya carece prácticamente de valor. El billete de más valor, de 500 cruzados nuevos, no permite ni llenar un tanque de gasolina.

La economía será el caballo de batalla central del Gobierno de Collor. El nuevo presidente llega al poder en medio de la confusión y las molestias generadas por el acuerdo de cerrar los bancos durante cinco días. Tras negar repetidamente, y atribuir a la Prensa los rumores sobre un festivo bancario, el nuevo Gobierno consiguió del saliente que desde ayer se cerrasen los bancos. La estrella del Gabinete de Collor, la joven ministra de Economía Zella Cardoso, Justificó la medida con el argumento de que se trata de garantizar la estabilidad del mercado y evitar las maniobras especulativas de los últimos días.

Para los actos de hoy se espera en Brasilia a 11 presidentes, al vicepresidente de Estados Unidos Dan Qayle y los jefes de Gobierno de España e Italia, Felipe González y Giulio Andreotti, respectivamente. La mayor expectación la despierta el presidente de Cuba, Fidel Castro, a quien se esperaba ayer por la tarde en Brasilia. La delegación de avanzada cubana tuvo problemas. Las autoridad es brasileñas se negaron a permitir el acceso al país de un auténtico arsenal, se dice que hasta había misiles antiaéreos.

Ayer por la mañana Collor compareció ante la Prensa en Brasilia para presentar de forma oficial al último miembro del Gabinete, el ministro de Asuntos Exteriores Francisco Rezek, de 46 años, que hasta ahora desempeñaba el cargo de presidente vitalicio del Tribunal Superior Electoral (TSE).

El nombramiento de Rezek, un jurista de gran prestigio, despertó las críticas de Leonel Brizola, presidente del Partido Democratico Trabalhista (PDT) Brizola considera sospechoso que el nuevo Gobierno nombre ahora canciller al hombre que estuvo encargado el pasado diciembre de velar por la pureza del proceso electoral.

En la misma comparecencia ante la Prensa Collor cumplió una de sus promesas electorales y anunció la disolución del Servicio Nacional de Investigaciones (SNI), uno de los servicios secretos. Al mismo tiempo presentó a un civil, Pedro Paulo Ramos, nuevo jefe de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia.